Nahuel Guzmán se consagró por cuarta vez consecutiva como campeón en México . El Patón de una carrera brillante, arquero de selección , rosarino de pura cepa, un ganador por excelencia . Es un arquero que  nunca deja de abrazar . Esos que, aparte de llenar el arco , llenan el corazón de cualquiera, sea del equipo que sea.  Excéntrico, loco , un distinto. 

Abraza y sabe abrazar . Abrazó la soberanía de Malvinas apenas pisaba por sus primeros tiempos la primera división. Y hoy, multicampeón, nunca deja de abrazar a aquellos héroes anónimos . 

Abrazó a madres , abuelas , hijos y a todos los que necesitaban ese abrazo que recuerde la nefasta dictadura cívico militar que se llevó la vida de 30 mil compatriotas. 

Abrazó a las jugadoras de fútbol en su lucha, y le dio la bienvenida al matriarcado . 

Abrazó cada causa solidaria que le llegó a sus manos , usando su imagen y ejemplo .

Abrazó la lucha docente recordando a sus maestros , abrazando a los alumnos , abrazando la educación pública y gratuita .

Abraza sus orígenes , disfruta su presente sin dejar de comprometerse con el futuro.

Abraza a su detractores, a quienes incomoda con sus gestos y compromiso. 

Abraza a su pueblo , abraza a su país. Abraza .

Abraza tan fuerte que muchas veces los poderes de turno hacen cola para callarlo .

Pero él sigue abrazando, comprometiendo hasta su propio presente y futuro. Para muchos, sus abrazos son molestos , incómodos, y eso les duele.

Pero hoy el Patón abraza un nuevo título y hoy el pueblo le da un abrazo del alma .

Porque si el Patón abraza, su pueblo no lo olvida .