El director deportivo del París Saint-Germain (PSG), Luis Campos, le comunicó a Neymar que no será tenido en cuenta para el próximo torneo del fútbol francés. Eso, a pesar de que el brasileño fue la contratación más cara que asumió el club parisino en su historia: 222 millones de euros en 2017, mas la millonaria cláusula de rescisión que tuvo que pagarle al Barcelona, que no deseaba transferirlo. Los petrodólares del jeque dueño del PSG obraron milagros por ese entonces.

No solo el dinero hizo que el goleador dejara el Barcelona para emigrar a París. La sombra de Messi encima le impediría –calculó– relucir en toda su dimensión a la hora de reconocimientos tales como el Balón de Oro, por ejemplo. Pero en cinco años de invertir fortunas en más supercontrataciones (Messi, Sergio Ramos), el humor en el PSG empezó a enrarecerse. Y solo prevaleció el favor incondicional hacia el crack francés Kylian Mbappé. Neymar se vio entonces con poco margen para brillar. 

Escribió Sergio Levinsky en Infobae: "Todo comenzó a fraguarse entre el jueves 19 y el viernes 20 de mayo, cuando por fin, los dos enviados del presidente del PSG, Nasser Al-Khelaïfi, Luis Campos y el argentino Luis Ferrer –cercano a su familia y quien lo hizo socio de Sarmiento de Junín- lo convencieron de que no vaya al Real Madrid (que en el monto total, le pagaba más) luego de dos meses infernales en los que el joven delantero sufrió toda clase de presiones, como los llamados del ex presidente francés Nikolás Sarkozy, y del actual, Emmanuel Macron, para que se quedara.

“Presidente, gracias por todo pero decidí quedarme en el PSG”, le escribió escuetamente Mbappé al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, quien le respondió “que te vaya bien”, sorprendido, luego de haberse apartado de la lucha por conseguir al noruego Erling Haaland para apostar todo por el francés, que era presentado a toda pompa el sábado 21 de mayo en el Parque de los Príncipes en ocasión del partido de liga del PSG.

El goleador francés también habría hecho pesar su palabra para propiciar el final del ciclo de Mauricio Pochettino como entrenador, y –a fuerza de exigir un cambio que permita acceder a títulos importantes– también del comienzo del adiós de Neymar. La prensa adepta también no ahorró espacio para mostrarlo al brasileño en ostentosas fiestas organizadas en su mansión.

El fin de ciclo está sellado y Neymar se está yendo por la puerta de atrás. Su problema es que todavía quedan 5 meses hasta el Mundial de Qatar y él necesita seguir jugando. Pero dónde?! 

Se habla del Chelsea y hasta se lo llegó a ofrecer al Barcelona, donde Xavi Hernández, el entrenador, fue compañero suyo en aquella Champions ganada en 2015, pero todo indica que también en Cataluña consideran que su gran ciclo ya pasó.