Barracas Central venció sobre la hora a Patronato, de Paraná, por 2 a 1 con un escandaloso final provocado por un pésimo arbitraje de Jorge Baliño, finalmente agredido por el entrenador del visitante, Facundo Sava, en el que los jugadores del conjunto entrerriano terminaron a los golpes con los efectivos policiales, luego de jugar más de un tiempo con 10 hombres y verse perjudicados por los fallos del juez apoyado por el VAR.

Las posturas de uno y otro tuvieron que ver con sus presentes y necesidades en el campeonato, ya que mientras Baracas Central tuvo que afrontar el partido con un entrenador interino como Sergio Ramos tras la renuncia de Alfredo Berti, en Patronato todo era confianza después de dos victorias consecutivas.

Y las dudas de unos contra las mayores certidumbres de otros arrojaron un primer tiempo en el que Patronato se erigió en dominador y generó las mejores opciones como para desnivelar el resultado a su favor.

Inclusive hasta convirtió un tanto anulado por Jorge Baliño a instancias del VAR, algo que el árbitro repitió ante la misma indicación sobre una falta cometida por Nicolás Castro que derivó en una tarjeta roja que dejó a los dirigidos por Facundo Sava con 10 hombres antes de los 40 minutos del primer tiempo.

Sin embargo esto no arredró al conjunto entrerriano, que por el contrario salió al segundo tiempo nuevamente en pos del triunfo, manejando la pelota y generando las mejores ocasiones, y los méritos, como para ponerse arriba en el marcador.

Acá, todos lo errores arbitrales

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El robo

Poco antes de los 40 minutos del complemento Raúl Lozano le convirtió un golazo desde afuera del área a Maximiliano Gagliardo, pero Baliño, tras consultar con el VAR, anuló el tanto y simultáneamente cobró un penal a favor de Barracas Central por una falta previa tan imperceptible del ingresado Justo Giani al autor del primer tanto local, Cristian Colmán, que el propio árbitro no había advertido estando a dos metros de la acción.

De la pena se hizo cargo el retornado Pablo Mouche, que le pidió el remate a Iván Tapia, pero el exarquero de Banfield, Facundo Altamirano, se lo atajó en gran forma.

Parecía que la justicia, al menos la "divina", iba a terminar con una leve caricia para los que mejor habían hecho las cosas, que eran los entrerrianos, pero sobre el tiempo regular apareció el recién ingresado Sebastián Rincón para darle la victoria al "Guapo".