Emiliano Vecchio llegó a Racing con la idea de demostrar por qué Fernando Gago pidió por él cuando Rosario Central le soltó la mano. Calidad desde la mitad de la cancha podría ser su carta de presentación y la empieza a dejar en claro en los pocos minutos que le toca entrar.

Este lunes frente a Gimnasia de La Plata, la Academia perdía por un gol y Vecchio entró en el segundo tiempo para mostrar justamente ese buen pie. Y lo hizo: en un tiro de esquina en el que todos esperaban el centro y el arquero de Gimnasia, Rodrigo Rey no puso a nadie en el primer palo. Mochila distrajo y le entró tres dedos a la pelota con mucha calidad para convertir olímpico, pero terminó picando en el travesaño y yéndose por nada. Hasta el arquero rival se reía y lo felicitó.    

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