Los fanáticos de Diego Maradona, con la adhesión de la familia del astro, protagonizaron este miércoles por la tarde la marcha del 10-M en distintas ciudades del país en reclamo de justicia por su muerte, que es investigada por la fiscalía de San Isidro y tiene hasta el momento siete personas imputadas en la causa. 

En Rosario, la manifestación comenzó a las 18 en el Monumento a la Bandera bajo el lema "No se murió, lo mataron", una sospecha que cobró mayor fuerza desde la revelación de audios muy comprometedores entre los encargados de cuidar la salud del ídolo y que constan en la investigación coordinada por el fiscal general John Broyad.

A nivel local, la convocatoria estuvo a cargo de la Iglesia Maradoniana y contó con la participación de un nutrido grupo de fanáticos de todas las edades que, entre la emoción y la bronca, se acercaron al Monumento para pedir Justicia por el astro. "Diego, más vivo que nunca en nosotros", fue una de las consignas que alzaron los aficionados.

En Buenos Aires, la multitudinaria protesta tuvo como eje al Obelisco, donde asistieron la exesposa del astro, Claudia Villafañe; y sus hijas Dalma y Gianinna, portando una bandera con la leyenda "Condena social y judicial para los culpables". Sin embargo, ante el desborde de público debieron abandonar el lugar a pocos minutos de haber llegado.

La iniciativa de la protesta surgió de forma espontánea en las redes sociales y se viralizó a partir del impuso que le dieron distintas agrupaciones de fans como Pueblo Maradoniano, Comando Maradona y La Diego Maradona.