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La semifinal de la Copa América entre Argentina y Brasil genera grandes expectativas sobre todo por los buenos jugadores que habrá en cancha. El ex capitán de la selección brasileña, Cafú, pidió extremar medias para evitar que el martes "el mejor jugador de la actualidad" viva el "día de Messi".

"Parar a Messi, el mejor jugador de la actualidad, es muy difícil, principalmente si está en un buen día, un día de Messi. Creo que él quiera mucho que este sea su día, ya que aún no ganó ningún título por Argentina. Si le dejamos jugar, puede que haga la diferencia", declaró durante una conferencia de prensa en Sao Paulo.

Pero cuáles son las reales chances de que sea el día del rosarino y pueda jugar suelto. A continuación un pequeño repaso de lo jugado hasta el momento por Lio, que se puede calificar como un flojo rendimiento en la Copa.

Contra Colombia, Argentina puso de muchos jugadores por detrás de la línea del balón. Eso produjo que Messi tenga pocas opciones para filtrar pases y además lo dejó muy lejos del arco rival.

En ese partido, Agüero no tuvo espacios y al ser único punta se vio neutralizado. Para Messi significa perder un socio fundamental y no poder tener referencia en la delantera como tiene con el movedizo Luis Suárez en Barcelona.

Lo mismo ocurrió contra Paraguay. Esta vez el neutralizado fue Lautaro Martínez solo arriba. Incluso Agüero entró pero no para acompañar sino para reemplazar al jugador del Inter. Ese partido acumuló jugadores para crear pero sólo por momentos tuvo aceleración.

Seguramente el aislamiento que significó jugar con un solo punta fue leído por Lionel Scaloni porque juntó a ambos delanteros contra Qatar. Rival menor y un gol de arranque facilitaron las cosas, pero se vieron mejorías en la delantera. Messi estuvo algo más activo.

Contra Venezuela, a la hora de crear y resolver, estuvo muy errático más allá de los dos delanteros que jugaron su mejor partido aunque sin descollar. Contra Brasil aún no se confirmó el equipo pero lo hará con Agüero y Martínez en la delantera. Quizás Di María pueda abrirle más la cancha y darle otra velocidad al juego. Quizás pueda lustrar la lámpara como tantas otras veces lo hizo por más que venía jugando mal. En ese sentido es impredecible.