“El pasto es para las vacas” es una frase que inmortalizó Guillermo Vilas, el deportista más grande de la historia del tenis en el país y quien a pesar de haber conquistado 62 título, ninguno de ellos fue sobre el césped de Wimbledon. En esta temporada, antes de comenzar la segunda semana del Grand Slam londinense, ya no queda ningún represente argentino. Los rosarinos Renzo Olivo y Facundo Bagnis quedaron eliminados en primera rueda.

El legado parece transmitirse de generación en generación y ni siquiera en la época de la tan añorada “Legión Argentina” se pudo obtener el máximo galardón en el Grand Slam inglés. Aunque sí hubo alguien que estuvo a un paso de obtenerlo, David Nalbandian, quien llegó a la final en el 2002 y perdió ante Lleyton Hewitt en tres sets.

Esta temporada la estadía de los argentinos en Wimbledon fue breve y a punto de comenzar la segunda semana –que es donde se empiezan a medir las buenas actuaciones en el cuadro principal de los Grand Slam – ya no queda ningún representante albiceleste.

Los dos jugadores rosarinos quedaron eliminados en primera rueda. Renzo Olivo, 89 del ranking mundial, quién ingresó por primera vez en su carrera como profesional al main draw quedó eliminado en su debut ante el bosnio Damir Dzumhur en tres set. Mientras que Facundo Bagnis, 107 del escalafón internacional, perdió ante el Radu Albot de Moldavia en cuatro set.

En primera instancia también cayeron: Diego Schwartzman ,Carlos Berlocq, Horacio Zeballos, Nicolás Kicker. El de mejor performance fue Juan Martín del Potro que llegó a segunda rueda donde quedó eliminado en manos del letón, Ernests Gulbis.

La próxima gran cita será el Abierto de los Estados Unidos a fines de agosto sobre cemento, superficie a la que los argentinos –después del polvo de ladrillo– se han adaptado muy bien y sobre la que han conquistado varios títulos.