La estadounidense Serena Williams venció a su hermana mayor Venus por 6-4 y 6-4 y se consagró campeona del Abierto de Australia, primer Grand Slam del 2017. La tenista, considerada una de las mejores de toda la historia, estiró a 23 su colección de títulos de Grand Slam, y además recuperó el número uno del ranking mundial de la WTA.

Serena, de 35 años y desde el lunes próximo nueva líder entre las damas (desplazó a la alemana Angelique Kerber), empleó una hora y 24 minutos para doblegar a Venus (17), un año mayor, y ratificó el favoritismo que se le adjudicaba de antemano, avalado por un historial favorable de 17-11 contra su hermana, mientras que en finales del Grand Slam solo perdió dos veces en un total de nueve enfrentamientos, y además le ganó ocho de los últimos nueve partidos que animaron.

"Fue muy difícil ganar este año en Australia, quiero felicitar a Venus, que además de mi hermana es una gran persona, sin ella no podría haber ganado 23 títulos de Grand Slam, ni siquiera uno. Me inspiró toda la vida y me hizo ser mejor tenista", comentó exultante Serena, segunda en la lista de campeonas de torneos grandes detrás de la australiana Margaret Court (24) y por delante de grandes campeonas como la alemana Steffi Graf (22); y las estadounidenses Helen Wills (19), Martina Navratilova y Chris Evert, ambas con 18.

Serena alcanzó su séptimo título en Australia, y también tiene 7 en Wimbledon, 6 en el US Open y 3 en Roland Garros, sin dudas una carrera notable y casi imposible de igualar en el futuro, con un total de 72 torneos ganador en el circuito y una vigencia increíble, ya que se mantiene en el primer nivel cuando la mayoría de sus rivales más importantes se retiraron del tenis, tales los casos de Martina Hingis, Amelie Mauresmo, Lindsay Davenport, Kim Clijsters o Justine Henin, entre otras.