La Uefa apunta a que la final de Champions se dispute en América y la opción más firme es Nueva York. El máximo organismo del fútbol europeo estudia trasladar la final del tradicional certamen a otro continente y la ciudad estadounidense es la que suma más puntos hasta el momento.

Sin embargo, la concreción de esta idea no se podría dar a corto plazo, porque ya están decididas las sedes de las próximas dos finales: en 2018 será en el estadio Olímpico de Kiev, y para la de 2019 compiten Madrid, con el nuevo estadio del Atlético (el Wanda Metropolitano) y el estadio Olímpico de Bakú (Azerbaiyán). 

El salto continental podría darse en 2020 y la posibilidad de la Gran Manzana está primera en las apuestas. Según afirman medios españoles, el propulsor de este trascendental cambio de locación es el esloveno Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA desde el pasado mes de septiembre.

Con esto, el organismo rector del fútbol europeo se propone ampliar las fronteras de este deporte y apunta al emergente campo del soccer para hacerlo efectivo. 

Vale remarcar que en un año en el cargo, Ceferin ya realizó modificaciones en la Champions, como por ejemplo estableció que la entrega de trofeos se vuelva a realizar en campo de juego (Platini había llevado la ceremonia al palco). Además cambió por completo el formato de la competición, ya que a partir de la próxima temporada los horarios de los encuentros se dividirán entre las 19 y a las 21.

En tanto, sería la primera vez que se dispute una final de la Champions por fuera del Viejo Continente. El sólo hecho de cruzar el charco marcaría un antes y un después en la competencia que enfrenta a los mejores clubes del mundo.