La selección argentina de handball, que dirige el técnico español Manolo Cadenas, se despidió de cualquier posibilidad de alcanzar los cuartos de final del torneo olímpico, tras caer este viernes por 23-25 ante Brasil.

Un resultado que, sin embargo, mantiene vivas las opciones de clasificación del conjunto brasileño, que deberá vencer a Alemania en la última jornada, si quiere volver a disputar los cuartos de final, tal y como ya hizo hace cinco años en los Juegos de Río.

Conscientes ambos conjuntos de que sólo la victoria les garantizaba seguir vivos en la carrera por los cuartos de final, tanto argentinos como brasileños se mostraron más agarrotados que en los anteriores partidos.

Un agarrotamiento que se convirtió en parálisis en el caso del equipo argentino superado el ecuador del primer tiempo, como demostró el demoledor parcial de 1-7 que encajaron los Gladiadores y que permitió a Brasil situarse con una renta de ocho goles (5-13).

Diferencia que se disparó por completo en el tramos inicial de la segunda mitad en la que Brasil, de la mano del lateral Haniel Langaro y el extremo Rudolph Hackbarth, elevó su diferencia hasta los doce tantos (10-22).

Contundente marcador que pareció hacer reaccionar, por fin, a la selección argentina, que en una muestra de orgullo, logró lo que parecía imposible, entrar con opciones de victoria en el tramo final del encuentro, tras situarse a tan sólo dos goles (20-22) en el marcador, gracias a un parcial de 10-0.

Pero Argentina, lastrada por el esfuerzo, no pudo culminar la remontada, condenándose a una derrota, la cuarta en los Juegos de Tokio, que dejó a los "Gladiadores" sin ninguna posibilidad de acceder a los cuartos de final. EFE