Se bajó el telón en los Juegos Olímpicos de Tokio para la delegación argentina de tenis, con algunos sinsabores tal vez por no haber podido alcanzar los objetivos que se propuso cada uno en lo personal, pero con la convicción de que se dejó todo en la cancha para lograrlo.

Es indiscutible que haber alcanzado un lugar en un JJ.OO es un premio al mérito deportivo y al
esfuerzo que cada uno realizó para llegar. Un privilegio para muy pocos relacionado a los resultados previos y vinculados directamente a toda una carrera. Todos cuando estuvieron allá fueron por la máxima, el sueño de esa tan ansiada medalla, pero en el mientras tanto pasaron cosas: rivales a vencer, presiones a superar y desafíos personales a concretar. Así que después de que cada tenista argentino se fue retirando del certamen dejó plasmada sus sensaciones.

La rosarina Nadia Podoroska, quien alcanzó los octavos de final en singles y en dobles mixtos junto a Horacio Zeballos no superó la primera rueda, expresó: “En cuanto a los resultados, todavía estoy un poco triste por irnos con las manos vacías. Pero a la vez sé que competí de la mejor manera que pude, e incluso le gané a rivales que me habían ganado en el circuito. Era un sueño para mí participar de un JJ.OO., fueron días en los que viví de alegría hasta tristeza, mucha euforia, expectativa, además de saber que había mucha gente detrás de lo que uno está haciendo genera y eso genera emociones”.

En igual sintonía se manifestaron los otros dos representantes locales quienes no superaron la
primera instancia. Facundo Bagnis: “Para mí fue como un sueño cumplido finalizar el ciclo olímpico. Viví una semana única, con los mejores deportistas del mundo y además compartirla con la delegación. En cuanto a lo deportivo, en singles me quedé con el sabor agridulce de hacer un buen partido y que se haya escapado por tan poco. En dobles fueron superiores a nosotros (con Schwartzman) y no era nuestra disciplina. Sabíamos que el resultado podía ser secundario y lo importante era dejar todo por Argentina”.

En tanto que Federico Coria dijo: “Lo que vivimos en estos días es algo totalmente distinto,
momentos que quedarán para siempre en mi memoria. Rápidamente se me viene la inauguración, que es algo imposible de describir. El resultado no fue el esperado, en mi caso particular tenía mucha ilusión, el rival fue más valiente y superior”

Diego Schwartzman, quien cayó derrotado en octavos de final de singles y en primera del dobles, afirmó: “La verdad es que fue una experiencia espectacular, más allá de algunas broncas por el lado de la organización. En lo personal podría haberlo hecho mejor, sacar un plus en algunos momentos que tuve oportunidades en los tres partidos. Haber ganado más fácil los primeros dos y haber hecho un mejor partido hoy. Afuera de la cancha lo disfruté mucho, estar con otros atletas, compartir las victorias e incluso las derrotas con otros deportistas argentinos fue espectacular”.

Y Horacio Zeballos dijo: “Teníamos ganas de que nos vaya bien. Con Nadia nos sentíamos jugando muy bien. Fue algo nuevo para mí y fue lindo poder compartirlo con ella. Seguramente mañana más frío voy a saber que fue una muy linda semana compartida no solamente con los chicos del tenis, sino también con otros deportistas. Más allá de eso fue una experiencia muy buena".

Francisco Cerúndolo en singles y Andrés Molteni en dobles, quienes tampoco pudieron superar su debut, realizaron análisis similares al resto de sus compañeros de equipo. El primero dijo que “todavía no caigo de lo que viví en estos días. Me enteré sobre la hora de que iba a venir y no tuve tiempo de procesarlo". En tanto Molteni indicó que "ue una experiencia muy buena y una lástima que no pudiéramos llegar más lejos".