El deporte no quedó afuera de las esquirlas de la guerra. Desde que se inició la invasión de Rusia en territorio ucraniano: jugadores, equipos y seleccionados rusos fueron sancionados o se les prohibió su participación en distintas competencias, también se cancelaron eventos internacionales o la difusión de algunos de ellos, como la F1.

Entre las medidas que se tomaron en el ámbito del tenis, la Federación Internacional de Tenis dejó afuera de la Copa Davis y de la Billie Jean King Cup a los equipos rusos - ambos combinados defendían el título en este 2022-, tampoco podrá participar de ninguna de las competencias Bielorrusia, por ser un país aliado. Mientras que la ATP y la WTA le permitirán participar a los jugadores en cuestión sin representar a su bandera, además se confirmó la suspensión del ATP 250 de Moscú.

De inmediato los conflictos y las críticas entre jugadores de ambos países se trasladaron a la cancha. Por un lado Daniil Medvédev llega al número uno del mundo “sin bandera” y el reclamo generalizado se le hace es sobre la tibieza con que se plantó ante el pedido de paz y al cese del conflicto bélico.

Mientras que la tenistas ucraniana Marta Kostyuk este viernes en la conferencia de prensa del Master 1000 de Indian Wells fue muy dura con sus pares rusos. "Ninguno me vino a decir nada. Ni que se arrepienten de lo que su país le está haciendo al mío, ni se disculparon conmigo o con otras tenistas ucranianas. No tengo explicación de por qué los rusos se comportan así. Me indigna llegar a la cancha y ver que el único problema que tienen ahora mismo es no poder hacer transferencias de su dinero y lo indignante es escuchar que hablan de eso".

Kostyuk estuvo a punto de no ingresar a disputar su encuentro, por un lado por la situación que a traviesa y por otro lado porque tenía a que enfrentarse a la belga Maryna Zanevska, nacida también en Ucrania. “En el estado mental en el que me encuentro fue muy duro salir a la cancha. Cada día te despertás pensando que tu familia ya no puede estar allí.  Creía que no iba a poder presentarme, pero mi trabajo es jugar al tenis y ésta es la mejor manera en que puedo ayudar en la situación actual".

Otro de los casos más visibles fue el de Elina Svitolina,  quien renunció en un principio a disputar el Abierto de Monterrey, México, para evitar enfrentarse a una rival rusa Anastasiya Potápova, aunque después lo hizo enfundada con los colores de la bandera de su país.  Además, confirmó que donará las ganancias económicas de sus próximos torneos para apoyar al ejército, así como a las acciones humanitarias en su país.