El director de Toy Story 4, el animador estadounidense Josh Cooley, afirmó que el relato de amistad del grupo de juguetes “es universal” y que confía que “el público nuevo va a aceptar el filme de la misma manera” que lo hizo la generación de la cinta original de 1995.
La cinta, que se estrenará este jueves en la salas locales, marcará el regreso de la serie de películas animadas por computadora más famosa de Pixar (y probablemente del cine en general), que hasta los mismos creativos de la empresa propiedad de Disney llegaron a dar por clausurada.
Tras el cierre de Toy Story 3 (2010), con dos premios Oscar y una recaudación de más de mil millones de dólares como broche de oro, tanto Cooley como el productor ejecutivo Jonas Rivera se encontraban entre aquellos que creían que el círculo del vaquero Woody (con voz de Tom Hanks en inglés), Buzz Lightyear y compañía estaba completo.
“Sólo marcaba el final del tiempo de Woody con Andy”, dijo Cooley en una charla exclusiva con Télam, acerca de que aquel epílogo con el grupo de juguetes en manos de una nueva niña llamada Bonnie abría, justamente, situaciones inéditas y “tenía sentido” continuar con la saga.
En la nueva película, Bonnie lleva de vacaciones a sus juguetes y abre al grupo un mundo más amplio que el que nunca soñaron, nuevos amigos y el reencuentro con la muñeca de porcelana Bo Peep (o “Betty”, en el doblaje latino), ausente en Toy Story 3.
—¿Qué cambios supuso para el grupo de Woody pasar de manos de Andy a las de Bonnie?
Josh Cooley: —Creo que esa es la cuestión. Un elemento es que Bonnie es una niña muy diferente al chico que era Andy, y por lo tanto no va a tener la misma relación con sus juguetes que la que tenía él; eso es algo con lo que Woody va a tener que lidiar.
—Woody se reencontrará con la pastorcita Bo Peep. ¿Por qué decidieron recuperar a este personaje?
Jonas Rivera: —Bo fue siempre central en esta idea de cómo podíamos llevar más lejos a Woody. Es un personaje fuerte y siempre estuvo para ayudar a Woody en los momentos en los que él dudaba de sí mismo o de si lo que estaba haciendo estaba bien. Siempre le recordaba lo importante que era y el trabajo que tenía como líder del grupo.
—Ahora aparece empoderada. Hasta su aspecto cambió y luce más musculosa.
Rivera: —No es que le dimos ahora un carácter fuerte, sino que siempre estuvo como al fondo y la idea fue traer al personaje a la luz. Es como que introdujimos un personaje nuevo aún cuando ya era relativamente conocido.
—¿Y cuánto cambió ella en todo este tiempo?
Rivera: —Está casi irreconocible; la manera en que luce, en la que se comporta, incluso la forma en que habla.
Cooley: —Es casi como si actuara como alguien más joven. Es más activa, siente que puede hacer lo que se proponga, un espíritu más juvenil se apoderó de ella.
¿Su evolución responde a la forma en que los personajes femeninos comenzaron a ser representados en los últimos años en Pixar?
Cooley: —Sin duda que siempre hay espacio para la mejora, pero Pixar ha tenido siempre personajes femeninos fuertes. Como en “Intensa Mente” (2015), “Valiente” (2012), o Elastigirl en “Los increíbles” (2004 y 2018). Es algo acerca de lo que siempre intentamos estar conscientes y creo que es una marca distintiva del estudio Pixar.
—Han pasado nueve años desde la última "Toy Story” y 24 desde la cinta original. ¿Son diferentes los niños de ahora respecto de los que crecieron con la franquicia?
Cooley: —Me gusta pensar que el público nuevo va a aceptar el filme de la misma manera que el público antiguo. Creo que tenemos una historia universal, sin importar qué cambios tenga el mundo, desde la música, la política o las redes sociales.
—¿Cómo trabajan el balance para que la película sea disfrutada tanto por chicos como por adultos?
Cooley: —Desde el principio comenzamos con una idea en mente: que sea para todos. Lo principal es que intentamos que sean películas que nosotros mismos disfrutemos.
Rivera: —Creo que nuestras esposas dirían que como nos comportamos como chicos de 8 años todo el día, eso de alguna manera se filtra en la película (risas).
—Josh, eras apenas un joven adolescente cuando estrenó “Toy Story” en 1995. ¿Recordás cómo te impactó?
Cooley: —Recuerdo que estaba en segundo año de la secundaria. La fui a ver con mi hermano y me voló la cabeza. La tecnología y la historia combinaban perfecto, eran el paquete completo. Era totalmente diferente a cualquier cosa que haya visto. En esa época había películas animadas musicales como “La Sirenita” y esta era el opuesto, se destacaba del resto.
—Con el avance que ha habido en la animación por computadora, ¿por qué creen que envejeció tan bien?
Rivera: —Porque a cierto nivel ignoramos los cambios que trae la tecnología. No es que no queramos sacarle provecho a todo lo que pueda ofrecernos en cada momento, pero creo que envejecen bien porque siempre volvemos a las bases: a la historia, al desarrollo de los personajes y a la composición cinematográfica de las escenas.