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No hubo robo ni violencia. Tras conocerse que este viernes la facultad de Ciencia Política de la UNR amaneció cerrada, el decano Franco Bartolacci salió a aclarar que “las quejas de no docentes parten del malestar generado por constantes ingresos de chicos en el establecimiento”, pero no por hechos delictivos concretos.

Este viernes, bien temprano, los estudiantes que madrugaron para llegar a clase se encontraron con la facultad cerrada, porque algunos miembros del personal no docente decidieron no abrir el predio a modo de protesta por inseguridad. Tras una reunión con el decano Franco Bartolacci, a las 8.30 el claustro ya funcionaba normalmente.

La situación de Ciencia Política no es nueva: desde hace años entran niños del precario asentamiento ubicado en las inmediaciones de la Ciudad Universitaria, para pedir dinero a alumnos y profesores en medio de las clases.

Por este tema, según detalló el decano hubo este jueves una reunión con un sector del personal no docente. “Llegamos a un acuerdo de reforzar la seguridad en los accesos, y por eso nos sorprendió la noticia esta mañana de que hayan cerrado el acceso”, remarcó Bartolacci en diálogo con Rosarioplus.com.

La facultad cuenta con personal de seguridad, y desde hace tres años vienen trabajando con el consejo directivo en una multiplicidad de políticas hacia los niños que ingresan en el establecimiento: “El objetivo es que ellos no estén merodeando en la facultad, pero nunca con políticas represivas, por lo que son varias las acciones que llevamos a cabo en conjunto con Fiscalía, Defensoría de la Niñez, escuelas y la Municipalidad”, sostuvieron.

Según detalló el decano, también un grupo de becarios estudiantes avanzados de dicha facultad trabajan acompañando a los chicos y sus familias y hacen talleres. “Sobre una familia puntual hicimos una denuncia a Desarrollo Social por las condiciones en las que viven para que el Estado mejore su calidad de vida”, sostuvo.