El entrenador de Rosario Central, Eduardo Coudet, contó que anoche el presidente de AFA, Luis Segura, le dijo que lo sucedido en la final de la Copa Argentina con Boca fue "una vergüenza", pero a su vez le advirtió que él no podía "hacer nada". 

"Estoy mal, dolido, la noche fue muy dura para nosotros. Realmente era una situación de impotencia, se ve claramente que no hay golpe en el penal. Todo esto al borde del campo se nota y empezás a dudar", explicó el Chacho.

"Lo peor es que se están viendo fallos groseros y nadie hace nada. Son todas cosas que van sumando y anoche no perdimos nosotros, perdió el fútbol", destacó el conductor canaya, en diálogo con TyC Sports.

Sin embargo el Chacho se negó a "pensar mal" de Ceballos, "porque si así fuera, entonces ya no se podría seguir en el fútbol". 

"Ahora, si tengo que hablar de Boca es diferente, porque la verdad, que ellos salgan a reclamar fallos de Ceballos para Central, cuando ganaron los últimos seis partidos consecutivos con él, no es normal", disparó.

"Pero lo que más me da bronca es que por cualquier cosa que digo en la cancha, como lo hacen todos, a mi me expulsan, pero están equivocados, porque yo no soy ningún loquito. Cuando reclamo, trato de revertir decisiones, pero nada más", argumentó.

En cuanto al cruce que tuvo con Segura, destacó que le preguntó como podía pasar "lo que todos estaban viendo. Entonces él me reconoció que era una vergüenza, pero que no podía hacer nada".

Sobre su continuidad después de diciembre avisó que se quedará "solamente si los dirigentes no desarman el equipo, porque si lo hacen entonces no tendrá sentido, ya que costó mucho formar este grupo".