El Centro de Estudios Penales de Rosario se presenta este miércoles en sociedad con una iniciativa tendiente a hacer docencia e instalar en la agenda pública la modalidad del juicio por jurados como modelo de enjuiciamiento que todavía está pendiente en el sistema penal reformado hace dos años y vigente desde febrero. Para abrir ese surco en la atención pública, eligieron montar un simulacro de juicio con un protagonista estelar: el actor Lito Cruz, a cargo de la dirección de la puesta y con un elenco en el que se mezclarán funcionarios judiciales de verdad y gente “de verdad”: es que los fiscales organizadores eligieron al azar, llamaron y convencieron a doce personas para que acepten el papel de jurados y la responsabilidad de decidir sobre la inocencia o la culpa de una mujer que será acusada de asesinar a su amante en un country. 

Por ahora será todo ficción, pero tal vez en un futuro no tan lejano la ciudad tenga sus juicios como en las películas. La entrada es libre y gratuita, este miércoles, a las 15, en el auditorio de Federación Gremial de Comercio e Industria, en Córdoba 1868. Cuatro o cinco horas más tarde, la dramatización habrá llegado al veredicto. Y a su término, el público votará como si fuera un jurado ampliado, como para cotejar si la decisión es similar a la del tribunal popular seleccionado. Final abierto.

 

La coordinadora del CEP, Silvia Castelli, contó a Rosarioplus.com que “en principio Lito Cruz no va a actuar pero dirigirá todo e interactuará con la gente en el final del evento”. El ganador del Martín Fierro en 2011 por El Elegido ya participó de actividades similares en otras ciudades.

Lo curioso del simulacro es que mezclará a actores con jueces, fiscales y defensores reales, además del público en general que fue elegido de manera azarosa. El magistrado que acatará el veredicto del jurado será el juez Javier Beltramone, el abogado defensor será el penalista Daniel Cuenca, los fiscales serán los que en la vida real se desempeñan como fiscales adjuntos y fundadores del CEP, Silvia Castelli y David Carizza, y hasta el papel de perito forense lo encarnará la directora del Instituto Médico Legal, Alicia Cadierno. Luego, los testigos -un policía, un vigilador, una mucama, el amigo y socio de la víctima, y el marido de la acusada- serán los actores dirigidos por Cruz.

“La selección se hizo por guía telefónica y así juntamos a seis hombres y seis mujeres de diferentes edades y ocupaciones para que sean los jurados. Por ejemplo habrá estudiantes de derecho, docentes, un empresario, un asistente social y un chofer de taxis”, reveló Castelli.

“Es importante que la ciudadanía se involucre en estos procedimientos porque son mecanismos que se van a comenzar a usar cada vez más en Argentina”, aseguró la coordinadora del flamante CEP.

El juicio por jurado está contemplado en la Constitución Nacional y también en la reforma del Código Procesal Penal santafesino, pero aún no se implementó. Hace falta una ley específica, y para ello ya existen en Legislatura dos proyectos en ese sentido, de Leandro Busatto (PJ) y de Ariel Bermúdez (ARI).

El modelo rige desde hace años en Córdoba, y recientemente en Buenos Aires, donde los dos últimos procesos de esta característica, en San Martín y en Pergamino, terminaron con el jurado popular considerando que el imputado era “no culpable”. La percepción de crispación vengativa que parece imperar en la sociedad no se reflejó en estos dos dictámenes. “Cuando llamamos eligiendo directamente por la guía telefónica, la gente decía qué responsabilidad, no se nada de derecho penal… Parecía cambiar el enfoque habitual que se escucha y se lee en los medios”, observaron los fiscales en diálogo con Rosarioplus.com.

La modalidad está prevista, al menos en uno de los proyectos, que incumba sólo para los homicidios dolosos. Se elegirían por sorteo de Lotería Provincial desde el padrón electoral, una preselección de 48 personas, luego ajustable en 12 titulares y 4 suplentes. Se les abonará lo mismo que, en proporción, gana en un día de trabajo un juez de primera instancia. Y es una carga pública, no se puede rechazar el llamado a integrar el jurado. Para un veredicto de no culpabilidad, hace falta el voto de una mayoría simple entre los 12, pero para condenar es menester que esa decisión cuente con 10 votos.

“El tema no está instalado en la agenda pública y por eso es importante que la sociedad tome en cuenta las implicancias de esta forma de impartir justicia y decida si la apoya o no”, advirtió Carizza.

“No son procesos sencillos, faltan recursos y estructura, además no es barato, pero es conveniente ir mostrandolo, que la gente sepa. Lo del miércoles será, más que un acto de litigación, un acto de difusión, de docencia para que la gente pueda entender qué es un juicio por jurados”, completó Castelli.