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En el marco de la habilitación de bares y restaurantes por el ingreso a la fase 5 del distanciamiento social, se produjo un conflicto de intereses que empieza a tomar espesor. Mientras las autoridades municipales y provinciales intensifican los controles luego de varias clausuras durante el fin de semana, los gastronómicos cuestionaron las clausuras por la severidad y hablan de "caza de brujas". 

El gobierno de Santa Fe informó que fueron fiscalizados más de un centenar de locales gastronómicos en las ciudades de Rosario y Santa Fe, y se prevé un incremento en los operativos de control a los protocolos de higiene y seguridad por la pandemia del Covid – 19 en los próximos días.

El ministro de Trabajo, Roberto Sukerman señaló que en general se cumplen con las medidas de higiene como la utilización de tapabocas y máscaras por parte de los empleados, pero les "preocupa el factor ocupacional, sobre todo los fines de semana por la noche”.

Por su parte,  la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines Rosario emitió un comunicado con su postura, y este miércoles el titular de la comisión gastronómica de la entidad, David Feiguin, minimizó los incumplimientos.

"Es una caza de brujas mediática porque no se detectaron faltas que hayan justificado semejante movida", dijo en La ocho en referencia a la clausura de nueve locales nocturnos llevadas adelante este fin de semana por la municipalidad.

"Los locales trabajan a duras penas y se labraron actas por cinco minutos de demora en el cierre. Es violento tener que echar a la gente que está en la mesa conversando. Es muy difícil tener que decirle a un cliente 'te tenés que levantar e irte ya'".