Desde hace varios días, la dirigencia de Central estudia lanzar un pedido de colaboración económica a los socios. Esta vez, lo recaudado se utilizaría para afrontar parte de los costos que demandará la construcción del plantel para la temporada que viene. El formato, que todavía no está definido pero sí encaminado, entregaría opciones para que los asociados aporten donaciones de dinero, o préstamos, a doce meses. Y se comunicaría en forma oficial durante diciembre próximo.

Para poner en práctica el proyecto, que generaría recursos extra y permitiría hacerle frente a la posible compra del pase de Marco Ruben, y a la renovación de contratos del plantel profesional, se evalúan distintas alternativas. Entre ellas, se baraja la confección de un fideicomiso, la participación de una mutual, o bien la intervención del Banco Municipal, entidad que podría recibir el dinero en nombre de Central.

Lo que a esta altura de los acontecimientos queda muy claro es que los ingresos genuinos que genera el club no alcanzan para hacer frente a estas erogaciones. Ni siquiera a partir de lo que se recauda, morosos de por medio, con la cantidad de socios que hoy cuenta el Canaya, que ronda los 58 mil.

De todos modos, Central cuenta como respaldo económico financiero con el potencial de venta de sus propios jugadores. Un ejemplo de ello es lo que sucedió hace unos pocos meses con Franco Cervi, transferido en casi 5 millones de dólares a Benfica de Portugal. Dinero que oxigenará a la tesorería a fin de año para hacer frente a una importante cantidad de compromisos asumidos. Similar a la de Cervi, asoman las apariciones de los jóvenes Walter Montoya y Giovanni Lo Celso, jugadores sondeados desde clubes del exterior, pero que el club tiene decidido conservar en el plantel para la próxima temporada.