La Multisectorial contra la Violencia Institucional junto a familiares de David Campos y Emanuel Medina, asesinados en junio de 2017 por la policía de Santa Fe, advirtieron una maniobra por parte de las Juntas Especiales de Salud Mental de la Provincia que podría garantizar la impunidad de uno de los policías acusados de haber causado la muerte de los jóvenes. 

Denunciaron el “grave riesgo” de que el policía Alejandro Bustos no sea juzgado debido a que en los dictámenes de las Juntas Especiales de Salud Mental de la Provincia se adujo que Bustos “al momento de los hechos tenía la percepción distorsionada y actuó por impulsos no controlados”, por lo que “no aconsejan que sea expuesto a la escena del juicio por una supuesta potencialidad suicida”.

En este marco, detallaron los distintos informes emitidos por los profesionales de la salud que han intervenido en el proceso, en los cuales revelan que el policía presenta capacidad de juicio y lucidez, entre otros requisitos que le permitirían atravesar un juicio oral y público, como demandan los familiares de las víctimas.

“A pesar de todas estas evidencias, sorpresivamente, dos médicos/psiquiatras de Juntas Especiales de la provincia sugirieron que Bustos es inimputable, cuando ni siquiera el mismo imputado lo haya así manifestado y todos sus comportamientos ya mencionados dan cuenta de que comprendió perfectamente lo que hizo”, alegaron.

Y agregaron: “Es evidente que el acusado Bustos demostró estar ubicado en tiempo y espacio y comprender la acusación, tanto en las audiencias en las que participó, como en su constante reivindicación de su accionar, y está en condiciones subjetivas de estar en juicio. Apartarlo de la causa, lisa y llanamente significa no saber qué sucedió aquel día y garantiza impunidad”.

Gatillo fácil

El 23 de junio de 2017 por la mañana un grupo de policías en patrulleros persiguió durante 35 minutos, desde Grandoli y Gutiérrez hasta Callao y Arijón, a un auto que había evadido un control. Medina conducía el automóvil y Ocampo iba de acompañante. El operativo finalizó cuando los jóvenes fueron chocados desde atrás por uno de los patrulleros y terminaron estrellados contra un árbol. Luego, ambos fueron acribillados a tiros y murieron en el acto.

Además de Bustos, fue imputado el oficial Lionel Emiliano Mendoza, también por homicidio calificado por el cargo. Ambos se encuentran con prision preventiva. En tanto, fueron imputados los agentes Paola Lorena Cano, Marcelo Adolfo Escalante y Fernando Hernán Varela, que llegarán al juicio acusados de encubrimiento pero en libertad.