Un “viernes raro” diría alguien para definir esta jornada no laborable, puente entre el feriado del Día del Trabajador y el habitual fin de semana.

Como se sabe, no hay clases, ni bancos abiertos, no hay atención en ninguna oficina pública, pero en el ámbito privado la actividad es normal. Los comercios abren como cualquier día aunque oficialmente se considera un día de asueto para favorecer el turismo.

En Rosario, los supermercados y los shoppings confirmaron a la Asociación de Empleados de Comercio que funcionarán sin alteración. Y en el microcentro, las entidades comerciales también adhieren a esta postura de atender al público con normalidad, como un sábado cualquiera.