Vecinos de barrio Godoy, que nunca contaron con el servicio de agua potable y que la única manera que tienen de abastecerse es caminar dos cuadras hasta una zanja con baldes, botellas y bidones, denuncian que ya no pueden acceder a este recurso tan valioso ni siquiera de esa manera. En este contexto, exigen una solución por parte de la empresa estatal Aguas Santafesinas y no tan solo "promesas".

"No tenemos agua potable desde hace 40 años pero hace dos semanas nos quedamos sin agua en la zanja", señaló en Si989 Sabrina, vecina del barrio. Sobre esto, explicó que se trata de una precaria conexión instalada hace años por los propios vecinos a dos cuadras de sus casas. Allí acuden diariamente para llenar bidones y baldes de 20 litros, tanto para beber como para higienizarse.

"Llega el verano y el agua corriente que sale de la canilla no existe. En invierno sí, pero es mínima", agregó Sabrina y siguió: "Es injusto. El Estado viene al barrio cuando hay elecciones pero cuando tenemos estos problemas no viene nadie, estamos a la deriva y no nos queda otra que dirigirnos a la prensa". La vecina explicó que los vecinos abonan una factura comunitaria a la EPE pero no a ASSA, empresa responsable de la situación de desabastecimiento.

"Antes de la pandemia hicimos una reunión con ASSA en el Concejo donde les llevé una botella de agua de la zanja para que tomen lo que tomamos nosotros", recordó Sabrina.

"Mi hija empezó a los cinco años con un problema gastrointestinal y no sabíamos la causa. En el dispensario hicieron un estudio del agua y descubrieron una bacteria. Lamentablemente seguimos obligados a darles agua de la zanja. Hace años que renegamos con lo mismo, nos prometen y no nos dan soluciones. El que toma ese agua es el pobre", cerró.