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Gilda Morales es madre de tres niños y vive en la ciudad de Córdoba. Por decisión judicial, perdió la tenencia de uno de ellos. Ahora, más allá de la batalla que dan abogados ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, decidió visibilizar su caso emprendiendo un curioso camino: viajar en bicicleta desde Córdoba hasta Buenos Aires.

“Mi hijo tiene seis años, tiene miopía avanzada y en poco tiempo va a estar ciego. Hace diez meses que mis otros hijos no lo pueden ver por la decisión de una jueza, y yo lo veo dos horas por mes”, se quejó Gilda, por teléfono, mientras pedaleaba esta semana por la ruta 33, camino a Bigand.

En diciembre de 2015, la jueza Silvia Cristina Morcillo, del Juzgado de Familia de 4º denominación de Córdoba decidió que el niño se quedara con su padre. Hace dos semanas una Cámara de Apelaciones lo ratificó, pero el abogado de Gilda promete llevar la causa hasta sus últimas instancias.

El viernes pasado Gilda decidió no esperar sentada novedades judiciales. Decidió dar a conocer su caso a la sociedad. Por eso, preparó un equipo de ciclismo, se contactó con medios y gente conocida en la ruta 9, y emprendió camino desde la ciudad de Córdoba hacia Capital Federal, con la única idea de “que se conozca públicamente que violan los derechos internacionales de mis hijos de verse”.

Las primeras paradas de Gilda fueron en Oliva, Marcos Juárez, Villa María, y ya en Santa Fe hizo descanso en Armstrong, y luego a Bigand, desde donde continúa su periplo hasta llegar el fin de semana a Buenos Aires. En todas sus paradas hasta ahora tuvo hospedaje de particulares y hoteles que se solidarizaron con su causa.

Consultada por Rosarioplus.com por su trayecto, contó que “la idea es llegar a Buenos Aires y entregar una carta en Casa Rosada, el Cels y la Oficina de Derechos Humanos". Aclaró: "No soy deportista profesional, así que no sé en cuánto tiempo llegaré. Ayer pedaleé 50km con lluvia, y hoy debí parar horas por el fuerte viento que no me dejaba continuar”.

 “A mi hijo le cortaron todo vínculo con sus hermanos de 3 y 11 años, fue alejado de su vida cotidiana, y ya no me puedo quedar sentada en mi casa esperando y sin hacer nada”, lamentó Morales, a la vez que aclaró: "Estoy pedaleando por lo mínimo: no es ni siquiera por la tenencia, sino que se cumpla su derecho a ver a su familia materna”.

Mientras hablaba con tono desesperado, se escuchaban los camiones pasar, y el viento fuerte que golpeaba en plena ruta camino a Bigand.

Sobre la causa, Gilda aclaró que el cambio de tenencia “fue porque el padre dijo que yo le obstruía el contacto, y claro que no era así”. 

Mientras pedalea hacia Buenos Aires Gilda cuenta a vecinos que se solidarizan en su camino, así como en videos su trayecto y reflexiones en el sitio web de Facebook En bici por mi hijo.