La Justicia provincial resolvió que el Sanatorio Laprida debe resarcir por 438 mil pesos a la hija de una mujer fallecida en 2011, quien estando internada en la sala de terapia intensiva de dicho nosocomio fue arrasada por hormigas coloradas. Por ello se le aplicó un medicamento antialérgico que influyó, junto a las picaduras, en el fallecimiento.

Elsa de 74 años de edad fue internada en el sanatorio mencionado por un cuadro de deshidratación y luego fue derivada a sala de terapia intensiva para tener un mejor cuidado según le explicaron a su hija. Sin embargo la situación fue la contraria.

Una vez por día, Silvia ingresaba a la sala a ver a su madre pero el tercer día la imagen fue grosera e impactante: la paciente tenía la cara repleta de hormigas rojas que le recorrían toda la cabeza, dentro de sus ojos, orejas y gran parte del cuerpo.

Su marido que estaba en la sala de espera declaró que su esposa gritó “las hormigas me la comen”, en alusión a la paciente. Ante la desesperación comenzaron a quitárselas, incluso relató que hubo que conseguir un peine para sacarlas del cabello y cambiarla de cama. Silvia la había visto cinco horas antes y las hormigas no estaban, por lo que acusa de negligente al personal.

Ante la situación de emergencia, horas después se le informa que la paciente había sido inducida a coma farmacológico para entubarla. Según el letrado patrocinante la complicación del estado de salud  acontece al ser masivamente picada por los insectos, no pudiendo recuperarse y falleciendo un día después. Así se llegó a acusar a la empresa de ser responsable por omisión en el cumplimiento de sus obligaciones, es decir, existió incumplimiento del deber de seguridad.

La palabra del juez

Según Gustavo Antelo, juez del Tribunal Colegiado Responsabilidad Extracontractual 2ª Nominación, se trató de “una causa muy compleja”. “Hay un sin número de elementos que llevan a entender que no se cumplió con el deber de seguridad, que las hormigas estaban y que fue picada por las mismas. De allí en adelante sabemos que se le aplicó el medicamento que tiene efectos en el organismo de la personas que en la condición de la señora bien no le hizo”, explicó a Rosarioplus.com el juez.

La historia clínica tuvo “falencias y tachaduras”, pero consta que se le suministró Benadryl (antialérgico) aunque se omitió para qué se suministró. El perito oficial explicó que en terapia intensiva no se brindan medicamentos de manera preventiva, lo que no condice con la aplicación del medicamento.

“No se lo responsabiliza al sanatorio como única causa por el fallecimiento de la mujer pero la idea era que ingresaba en la sala de terapia intensiva para estar cuidada y protegida, y eso no sucedió”, explicó Antelo.

Tanto el Sanatorio Laprida como la empresa aseguradora negaron que la paciente fue picada por los insectos y fundamentaron que “Se habló con familiares del estado terminal de su enfermedad”, atribuyendo la muerte a las patologías.