Jorge Taranto, ex subteniente del Ejército durante la Guerra de Malvinas, presentó una denuncia penal en la Justicia Federal de Río Grande, Tierra del Fuego, contra dos exsoldados por haber declarado hechos que, según afirma, nunca ocurrieron. Además, apuntó contra la exjueza federal Lilian Herráez y el fiscal Marcelo Rapoport, a quienes acusó de haber avalado una causa “sostenida sobre mentiras”.

Los soldados, identificados en el expediente con las iniciales R.P. y E.R., habrían involucrado a Taranto en episodios que él niega rotundamente y que, de acuerdo a su presentación, afectaron su integridad personal y el legado de quienes combatieron en el conflicto de 1982.

El denunciante sostuvo que ambos testigos faltaron a la verdad y que sus testimonios fueron utilizados como base para una acusación sin sustento. Indicó, además, que ninguno de los dos formó parte del grupo de soldados bajo su mando. 

En su descargo, entregó al tribunal documentación fechada en 1982, en la que ambos mencionan a superiores distintos, sin ninguna referencia a su nombre ni participación directa.

“Treinta años después de la guerra, aparecen con una versión modificada de los hechos que jamás había sido mencionada antes”, remarcó Taranto en la presentación judicial. Según explicó, los roles de combate que mencionan los exsoldados corresponden a una sección distinta de la que él comandaba, lo que -a su entender- invalida cualquier nexo entre sus dichos y su figura.

Otras acusaciones

En el escrito, Taranto también cuestionó el accionar de los funcionarios judiciales que intervinieron en la causa desde su inicio, en 2007, cuando integrantes del CECIM La Plata hicieron públicas las primeras denuncias en su contra a través de un medio periodístico. 

Por entonces, se presentó voluntariamente en los tribunales de Comodoro Py y fue sobreseído con fallo firme, tras una investigación que incluyó múltiples declaraciones de soldados, oficiales y suboficiales que lo respaldaron.

Pese a ese antecedente, la causa fue reactivada recientemente a partir de los testimonios ya cuestionados. El veterano apuntó especialmente contra el fiscal Rapoport, al que acusó de no investigar la veracidad de las declaraciones y de haber sostenido la causa con pruebas ya desestimadas. “Ni siquiera se tomaron el trabajo de consultar a especialistas en asuntos militares. Jueces y fiscales actuaron como si fueran expertos en una materia que claramente desconocen”, criticó.

Uno de los ejemplos que citó fue una acusación según la cual habría ordenado estaquear a un cabo por carnear una oveja. Según Taranto, ese mismo suboficial declaró dos veces en instancias judiciales que él no era su superior y que la única sanción que recibió fue impuesta por el jefe de compañía, en el marco de una falta disciplinaria.

También cuestionó con dureza al fiscal por no abrir una investigación sobre lo que considera un montaje judicial: “Incluso llegó a imputar a un combatiente que murió en Malvinas y a otro oficial que nunca estuvo en las islas”, sostuvo. 

A uno de los exsoldados denunciantes lo calificó como un “denunciante serial” con antecedentes de buscar beneficios económicos mediante afirmaciones falsas, las cuales -dijo- están documentadas.

Taranto planteó que los testimonios que ahora son usados para reactivar la causa ya habían sido incorporados con anterioridad y que no constituyen ningún “hecho nuevo”, como afirmó el fiscal en diciembre de 2024. “Es una burla a los fallos de la Cámara de Casación y de la Corte Suprema”, expresó.

En su escrito también señaló que su intención no es únicamente defenderse de lo que considera un ataque personal, sino preservar el honor de quienes combatieron con él en Malvinas. “Estas falsedades no solo me afectan a mí, distorsionan el sentido mismo de lo que fue la guerra”, advirtió.

Finalmente, el ex subteniente solicitó una serie de medidas probatorias y la citación de testigos, además de una revisión médica a uno de los denunciantes, quien habría presentado como herida de guerra una lesión que, según Taranto, fue autoinfligida.

X de Jorge Taranto