Sofía y Yayo son dos rosarinos que desde hace siete años enseñan con su Proyecto Miradas astronomía a chicos de escuelas rurales por todos los países de América latina con el fin de que conozcan el cielo, la naturaleza y también la sociedad en la que viven. Su trabajo social fue mutando con los años y ahora aterrizan en escuelas de Rosario y la región con un novedoso planetario móvil.

Extraño como suena pero muy original, un planetario itinerante para aprender el universo deambula por las calles rosarinas. Aseguran que es un “sueño esperado hace muchos años y cumplido con esfuerzo”, lo estrenaron con el primer taller en el Colegio del Sol y ya tienen turnos para jardines y escuelas de Rosario.

El planetario móvil –nada barato, pero de industria nacional y hecho a medida- es una especie de carpa con forma de domo, y tiene un tamaño de cinco metros de diámetro por tres y medio de altura, donde entran alrededor de 40 niños. Tiene una tecnología muy novedosa que con sus proyecciones viaja en el tiempo con ilusión de movimiento, y se puede ver cómo era el cielo o la luna hace millones de años, ó cómo se ven las constelaciones al revés desde el hemisferio norte, por ejemplo.

En diálogo con Rosarioplus.com, Yayo y Sofi aclararon que “aunque ahora estamos chochos como chicos con juguete nuevo, no dejamos de lado los ejercicios analógicos, porque el proyecto se trata justamente de experimentar las leyes del universo para entenderlo, y por más tecnología linda, la experiencia es irreemplazable”.

Son imposibles de contabilizar, pero seguramente miles de niños de entre tres años y la adolescencia pasaron por los talleres de astronomía de Miradas, cuyo objetivo cumplido siempre fue “despertar su curiosidad sobre el cielo, la tierra y la propia sociedad, y en muchos casos despertar vocaciones”, aseguró Yayo.

“El taller es experimental, y se plantean preguntas que se van respondiendo, aunque claro que se va modificando según el grupo humano”, explicó Sofi, quien detalló que para el final siempre los chicos construyen algo: "una brújula, un contador de estrellas o una caja de la luna, por ejemplo".

Proyecto Miradas se concibió hace siete años, y juntos recordaron: “Comenzó pensado como trabajo de educación no formal en escuelas rurales de toda América Latina, porque nos conocimos justamente haciendo trabajo social, y la idea era llegar a culturas muy diferentes con algún lenguaje que nos permita conocerlos, y sin buscarla, la astronomía nos encontró en el camino”. Los chicos, a través de ejercicios de astronomía y conocer el mapa del cielo, conocieron sus propias creencias y valores, y a la vez cómo funciona el universo.

Los jóvenes rosarinos al encontrar en la astronomía la herramienta indicada, se dedicaron a estudiar los talleres de introducción en el Complejo Astronómico Municipal, leyeron libros, y a medida que su proyecto fue viajando en la motorhome por los países latinoamericanos fueron solventando sus gastos con subsidios, premios, dos documentales sobre el proyecto, y una familia que fue creciendo, con dos hijas nacidas en el camino.

Se sorprendieron en cada pueblo perdido de encontrar que no había planetario, y que Rosario es "una ciudad privilegiada" como pocas en el continente por tener el suyo en el Complejo Astronómico, donde ellos colaboran también haciendo actividades de vez en cuando.

Ahora el planetario móvil viajará por escuelas rurales de la provincia, a partir de un proyecto apadrinado por el único astrónomo de la ciudad, Roberto Aquilano, y por los ministerios de Cultura, Ciencia, y Educación provincial.

Los adultos también tendrán su chance de aprender, porque Sofi adelantó que en la primer luna creciente de noviembre Proyecto Miradas abrirá sus puertas en Funes para que los grandes también puedan disfrutar del nuevo planetario móvil, así como de telescopios en el patio para conocer las constelaciones.

Como el planetario recién comienza su gira, está abierto a sumar escuelas o lugares de interés educativo, el mail de comunicación: info@proyectomiradas.org.