Como casi todas las historias de estafas a casinos, la codicia termina escribiendo el final. Así les sucedió a un grupo de rosarinos que durante cuatro noches estafaron al Bingo de Pinamar pero que a la quinta fueron descubiertos y detenidos.

La forma en que birlaban al croupier era realmente sorprendente como arriesgada: colocaban un alambre por debajo de la ruleta con el que frenaban la bolilla en el número que apostaban. En cuatro días se alzaron con unos 170 mil pesos.

En rigor, el análisis de las cámaras de seguridad fue vital para descubrir la maniobra de aquellos cuatro hombres de entre 38 y 56 años que se mostraban con actitudes sospechosas durante las 12 horas que estaban en la sala de juegos, de 21 a 9.

Con la confirmación de la maniobra fraudulenta en la cuarta noche, desde el bingo realizaron la denuncia en la DDI de Dolores pero permitieron que se retiraran. Así el que apostó en esta ocasión fue el bingo: la codicia los haría volver al otro día. Y así fue. Entre los elementos se secuestraron dinero en efectivo, tickets sin cobrar y un vehículo.