Más de cuatro meses pasaron desde que los trabajadores de Mefro Wheels pisaron por última vez la fábrica de llantas de Ovidio Lagos al 4400 y desde entonces las negociaciones para reactivar la producción no avanzaron. Sin embargo, la esperanza de que llegue un nuevo dueño y se reabra la empresa siguen intactas.

“Sabemos que hay un par de inversores dando vueltas, pero el pasivo es muy alto y asusta”, admitió el delegado gremial Miguel Valentino, en diálogo con Rosarioplus.com. “Nunca se dejó de lado que la fábrica abra, los compañeros estamos ansiosos. Lo que más nos interesa es que los abogados de los dueños, más la jueza y los síndicos vean alguna forma de, a largo plazo, pagar la deuda para que le sea factible que algún inversor quiera quedarse con la fábrica”, agregó.

En marzo de este año, Ricardo Cicarelli, el empresario que se hizo cargo de la planta a mediados de 2017 luego de que los propietarios alemanes decidieron ponerle fin a la producción y bajar las persianas, también se alejó de la fábrica al no lograr aumentar las ventas. El empresario decidió contratar a 17 operarios que trabajaban en Mefro Wheels y trasladarlos a su fábrica en Villa Gobernador Gálvez.

“Cicarelli tuvo todo a disposición para que en estos momento la fábrica esté trabajando”, criticó Valentino y aclaró que la demanda de llantas y otros productos estaba asegurada. “Quería plata sin trabajar y a fines de marzo nos engañó, nos prometió que íbamos a entrar en Alvear pero sólo fueron 17 compañeros”, aseguró.

Aunque destacó la importancia de que algunos ex empleados de la fábrica de zona sur tengan trabajo, el delegado afirmó: “Varios compañeros llaman para ver si hay novedades porque quieren volver a Mefro, porque las condiciones en la fábrica de Cirubon no son las mejores”.

Luego de que no prosperara el proyecto con Cicarelli, la planta de Ovidio Lagos al 4400 quedó bajo custodia de una empresa de seguridad privada, a la espera de una solución definitiva. 

“El hecho de que no se hayan vendido las máquinas, que tienen un valor muy alto, es una esperanza, porque los dueños no quieren la quiebra y buscan algún inversor. Sabemos que la van a visitar grupos de inversores”, celebró el trabajador y concluyó: “Hace cuatro meses que la fábrica se paró, pero en un mes se la puede hacer arrancar otra vez”.

Changas y otros trabajos mientas se espera

Según contó Valentino, los 70 operarios de Mefro Wheels debieron buscar, desde principios de año, una nueva fuente laboral para llevar el pan a sus hogares. Por lo tanto, algunos pudieron ingresar en otras empresas y otros realizan changas mientras esperan la reapertura de la fábrica de llantas.

“Los que tenemos mucha edad y somos una carga en la sociedad, si no changueamos fuimos. En cambio, los más jóvenes trabajan en alguna empresa o manejan un taxi”, comentó el delegado gremial y aclaró que todos los compañeros están ansiosos por volver a la planta de zona sur, como en los viejos (y no tanto) tiempos.