El megaproyecto privado rechazado por ambientalistas, vecinos del microcentro y parte de la esfera política rosarina finalmente recibirá el visto bueno del Concejo Municipal, donde la iniciativa cosechó las voluntades necesarias luego de más de un año de debate. Este martes, en una reunión que incluyó a ediles de tres comisiones, quedaron dadas las condiciones para que el próximo jueves se vote por las denominadas Torres de Lattuca.

La altura, el factor ruido, la duración de la obra y el impacto ambiental en general fueron algunas de las trabas que a lo largo de los meses la iniciativa del desarrollador Aldo Lattuca consiguió sortear.

La obra contempla la instalación de una cochera subterránea de cuatro niveles, tres torres de departamentos, locales comerciales, cesión de espacio para uso público y compensación al Fondo Municipal de Tierras. Todo esto en una de las manzanas más cotizadas de la ciudad, la que se encuentra rodeada por las calles Rioja, Paraguay, Córdoba y Corrientes, donde actualmente funciona una enorme playa de estacionamiento.

"Fueron en vano todos los intentos por debatir seriamente el tema. Presentamos una contrapropuesta concreta que nunca fue siquiera debatida en ninguna comisión. Y así la ciudad se perdió otra oportunidad de hacer algo que realmente le sirva a la gente. Desde que llegó el proyecto al Concejo, ante el pedido de triplicar la altura de construcción permitida, planteamos que queríamos que se construya en el sector, pero con un criterio distinto", lamentó el concejal de Ciudad Futura Juan Monteverde.

El ex candidato a intendente aseguró que los cambios acordados y que se aprobarán el jueves en el recinto no alcanzan. "Lo que se hizo fue bajar unos metros la altura y sumarle esos mismos metros en mayor edificabilidad hacia los laterales. El proyecto sigue siendo el mismo: un negocio que solo sirve para maximizar la ganancia de un empresario por sobre el resto", se quejó.

En el mismo sentido se manifestó Celeste Lepratti, quien se preguntó “qué va a pasar durante todos estos años de obra”.

“Son años en los que los vecinos no la van a pasar bien. Se requería mayor compromiso desde nuestro lugar para escuchar las voces que no fueron escuchadas. Los vecinos están indignados, sienten que el Concejo es un espacio que trabaja a espaldas de la gente”, criticó la concejala en diálogo con Leo Ricciardino por Sí 98.9.

Cómo se destrabó

Uno de los avales que hacían falta para avanzar era el del presidente de la comisión de Ecología Osvaldo Miatello. El concejal peronista se inclinó por apoyar el proyecto a partir de los cambios en la altura de la torre a construirse sobre calle Corrientes, que bajó de 88 a 70 metros.

El edificio que se levantará en la avenida servirá únicamente para oficinas, mientras que los de Rioja y Paraguay se destinarán a viviendas particulares.

Una aclaración que se escuchó este martes en el Concejo es que las torres no se construirán de manera simultánea sino de a una por vez. Una vez sancionada la normativa, la empresa tendrá un plazo de doce años para la finalización de la obra.

La alternativa que no será

Con el apoyo de la organización Taller Ecologista, vecinos del microcentro plantearon la posibilidad de que se debata un proyecto con un desarrollo "más equilibrado". Eso es, en concreto, en vez de que se construyan tres torres de 85, 66 y 36 metros, bajar las alturas respectivas a 44, 42 y 36 metros.

“El desarrollador seguiría siendo beneficiado con alturas y metros cuadrados algo superiores a los que usualmente se permiten en el centro de la ciudad”, señalaron los vecinos que, aseguran, nunca fueron escuchados.