Los choferes de taxis de Rosario se sumaron este miércoles al mediodía al bocinazo nacional en contra de la llegada de la plataforma Uber a la ciudad. Reunidos en Salta al 2800, frente a la sede del sindicato, expresaron una vez la negativa contra "cualquier aplicación extranjera ilegal".

El titular del sindicato de Peones de Taxis, Horacio Yannoti, sostuvo que "los servicios públicos en manos privadas y sin regulación, es retroceder. Si se permiten estas aplicaciones, el transporte público de pasajeros tendrá un final no feliz".

La protesta se dio en el marco de la presentación de dos edilas para regular en funcionamiento de Uber en la ciudad. Si bien la posición del Ejecutivo hacia la negativa es firme, los taxistas salieron nuevamente a las calles.

Yannotti pidió que el municipio “cumpla con su poder de policía y que la Legislatura rosarina también vea el problema que sería si cualquier aplicación extranjera trabajara libremente en Rosario”.

“Hoy por hoy, con la sobreoferta de transporte que hay en la ciudad, que venga una aplicación e incorpore entre 1.000 y 2.000 autos sería un despropósito para todos, porque la situación económica no daría”, argumentó.

En otro orden de cosas, los conductores resaltaron su "rol esencial" durante la pandemia y pidieron prioridad en la campaña de vacunación contra el coronavirus. “Trabajamos desde el primer día y estamos muy expuestos. Somos 5 mil taxistas trabajando en este momento, exponiéndose día a día y padeciendo también la situación económica y sin hacer un día de paro”, concluyó el gremialista.

Taxistas rosarinos hicieron ruido contra Uber