El servicios de taxis en la ciudad de Rosario se ha vuelto más que deficitario, no sólo por las prestaciones y malas condiciones de algunas unidades sino porque no hay disponibilidad de vehículos sobre todo a la noche y los fines de semana. A esta odisea por encontrar un taxi se le suma el margen mínimo que dejó al nueva ordenanza de Alcoholemia Cero al volante. El malestar de los ciudadanos aumenta día tras días y ahora hay un desafío enorme durante las fiestas. 

Justamente ese mojón es el que pone el intendente de Rosario, Pablo Javkin para presionar por un buen servicio. Será la prueba de fuego que puso la municipalidad, sino habrá medidas al respecto. De hecho, el aumento otorgado por el Concejo la semana pasada aún no fue promulgado por Javkin y se encamina a ser el condicionante para que el servicio mejore.

Así lo dijo la secretaria de Movilidad Eva Jokanovick: "Estamos a la espera de que funcione correctamente el servicio de taxis durante las fiestas. El 25 hay esquemas preestablecidos y mediremos ese funcionamiento. En la medida de cómo funcione, el intendente evaluará el decreto que promulgue ese aumento. Lo primero que queremos es que haya taxis estas fiestas".

Según la funcionaria “no es un pedido de excepcional” sino que ya se ha solicitado  en otras oportunidades. "No hay la cantidad de taxis que Rosario necesita", dijo y advirtió eventuales sanciones. “Si hay incumplimientos, vamos a caducar más chapas. Es una decisión tomada. Necesitamos que funcione el servicio”, agregó en La ocho.

Incluso advirtió sobre la posibilidad de habilitar más chapas aún de las 500 que pronto se habilitarán. Ese aumento de la oferta es lo que no pretenden los dueños de las licencias de taxis.