En poco tiempo más, todo animal que sea esterilizado en el Instituto Municipal de Salud Animal de Rosario (Imusa), saldrá tatuado de la operación. Es que este jueves el Concejo aprobó un proyecto que insta a identificar a través de este método a los perros y gatos que sean intervenidos quirúrgicamente para evitar confusiones como la del caniche que contó hace pocas semanas Rosarioplus.com.

A partir de esta iniciativa aprobada por el Legislativo, los animales que sean sometidos a una esterilización deberán ser tatuados en un lugar de fácil visualización, que puede ser en el pabellón auditivo en canes y en el lado interior del muslo en felinos, con la leyenda con la letra “E/mes/año”.

El autor del proyecto, el veterinario Carlos Cossia, había mencionado las confusiones y pérdidas de animales por no ser debidamente identificados, cuyos ejemplos fueron registrados en Rosarioplus.com. En un principio, el edil había propuesto que se incorporara “un sistema de brazaletes en una patita”, pero luego cambió de idea.

Pero, además, Cossia apuntó a casos en los que se llevaron al quirófano animales que ya habían sido esterilizados, “con la consecuente pérdida de recursos humanos, insumos y sobre todo someter a un animal sano a una práctica quirúrgica innecesaria, haciéndole pasar por un doble post operatorio y que conlleva un riesgo para su vida y a un sufrimiento evitable”.  

El caso del caniche equivocado

El 8 de mayo pasado, Romina llevó a castrar a su caniche Cata a un móvil quirúrgico del Imusa en barrio Las Flores. Sin embargo, al regresar con el animal a su casa, detectó que se había llevado otro perro. "Me di cuenta porque esta tenía cola, y la mía no. Además es más cachorra que la mía", contó en su momento. 

Si bien Romina volvió al móvil al día siguiente, los veterinarios no le dieron solución alguna. Sólo le brindaron los datos de dos hogares para que vaya a constatar si su perra estaba ahí, pero no fue así. Pasaron los días, el móvil sanitario se fue y ella se quedó con una perrita equivocada.