El derrame de unos 800 litros de aceite en aguas del Paraná ocurrido el pasado lunes parece ser ya cosa del pasado. La empresa Bunge, con sede en Puerto San Martín y responsable de haber vertido la sustancia en el río, informó este miércoles que se cumplió con las medidas de saneamiento ordenadas.

A través de un comunicado oficial, la firma dedicada a los agronegocios informó que “en cumplimiento con el Plan de Respuesta y Contención de derrames de la compañía, se completaron las medidas de saneamiento mediante procesos de contención, recuperación, remediación, disposición del material recolectado, así como limpieza y restauración de las costas, conforme al procedimiento aprobado por Prefectura Naval Argentina y las autoridades pertinentes, en el Plan Nacional de Contingencias (Planacon)”.

La empresa agregó que gracias a las medidas ordenadas con prontitud “se logró subsanar de manera satisfactoria cualquier impacto ambiental asociado al evento ocurrido”.

Para solucionar el inconveniente Bunge requirió del asesoramiento de la Prefectura Naval Argentina, que se puso al frente del operativo con recursos propios.

Al conocerse el derrame, se aclaró que el material vertido no es contaminante ya que se trata de una sustancia de origen vegetal biodegradable derivado del procesamiento de la soja.