La extraña muerte de un albañil que se descompensó en una comisaría empieza a dilucidarse a partir de la detallada reconstrucción de los hechos que desencadenaron en el fatal desenlace.

El primer parte que brindó Fiscalía sobre el fallecimiento de Sergio Giglio (22 años) abrió la puerta a otro posible caso de violencia institucional, una práctica extendida y enquistada en las fuerzas de seguridad de la provincia.

Se dijo que el muchacho había sido encontrado golpeado en una colectora de Circunvalación, que un patrullero lo acercó hasta el hospital Eva Perón de Baigorria, que los médicos le dieron el alta tras las primeras curaciones y que al poco tiempo regresó inconsciente tras estar bajo custodia policial en la subcomisaría 21ª.

Giglio murió a los pocos días producto de severas hemorragias internas. En la primera autopsia se constataron lesiones y fracturas cerebrales. Por el momento, las pruebas recolectadas por el fiscal Adrián Spelta, a cargo de la investigación, desligan a la policía de lo sucedido.

En la reconstrucción preliminar de los hechos, Giglio intentó robar a un matrimonio que se trasladaba en una moto junto a su hijo de seis años, a quien habían recogido de un club de fútbol de la zona.

El albañil habría utilizado un cable o una manguera para lograr que la moto se detenga. El conductor paró la marcha y arrancó segundos después para evitar el atraco. Pero al notar que su hijo tenía un profundo corte en una de sus orejas, se bajó del rodado y persiguió a Giglio hasta tumbarlo. Luego lo golpeó con mucha saña.

La mujer del motociclista llamó al 911 para denunciar el intento de robo y alertar sobre el estado de salud del presunto ladrón. Los efectivos que llegaron al lugar, lo reanimaron y lo trasladaron al Eva Perón.

Los médicos de guardia lo estabilizaron y le realizaron las primeras curaciones. Le dieron el alta horas más tarde con la recomendación de volver ante mareos o fuertes dolores de cabeza. Giglio se fue caminando y esposado por la denuncia en su contra.

Se descompensó a los veinte minutos de llegar a la comisaría. Un patrullero lo llevó nuevamente al policlínico donde falleció tras permanecer cuatro días internado.

Spelta aseguró que, por un lado, investiga el accionar médico para determinar una posible mala praxis en el primer diagnóstico y tratamiento. “Lo más probable es que el fallecimiento se hubiese producido igual por más que no hubiese recibido el alta”, aclaró el fiscal.

Respecto del hombre que golpeó a Giglio, Spelta dijo que se puso a disposición de la Justicia. Lo más probable es que sea imputado por el delito de homicidio. El fiscal reconoció que se tomará su tiempo para definir la tipificación del delito, al poder tratarse de un homicidio preterintencional, de un homicidio bajo emoción violenta o de un homicidio doloso.