Unas 200 familias se vieron afectadas por la crecida del arroyo Ludueña el pasado 3 de enero, cuando se registró en la ciudad una tormenta en el marco de la cual cayeron 92 milímetros de agua. No fue la primera vez: el 26 de diciembre fueron 100 las familias afectadas cuando llovieron unos 60 milímetros. Según los vecinos, el agua que ingresó en los hogares viene de las cloacas, por lo que al anegamiento se suma que se trata de aguas servidas.

La vecinal se reunió hace cinco meses con el director del Distrito Noroeste, Fernando Leva y los secretarios municipales Pablo Javkin y Gustavo Leone para reclamar una serie de medidas para prevenir las posteriores inundaciones, como zanjeo y bacheo, recolección de residuos en zonas que no llega, poda, escamonda y sustracción de árboles añejos. También se reclamó presencia policial, pavimentación y mejor frecuencia de transporte.

Según denunció el presidente comunal Osvaldo Ortolani en diálogo con Rosarioplus.com, ninguno de estos reclamos fue atendido, con la salvedad del comienzo de obras cloacales que no avanzó demasiado.

“Si la semana que viene vuelve a llover nos volveremos a inundar, ya que el zanjeo y las obras cloacales necesarias para evitar que el arroyo Ludueña rebalse no se avanzaron”, explicó con preocupación el referente barrial.

Empalme Graneros tiene mas de 400 manzanas, y la vecinal reclamó en varias oportunidades reuniones con la secretaria de Obras Públicas Susana Nader para que haya “la decisión política de la Municipalidad y el dinero para todos estos mantenimientos para el barrio como se prometió”.