Por pedido del Concejo Municipal, la intendencia gestionará ante Vialidad Nacional que se realice una “transformación” del acceso a Rosario a través de la ruta nacional 34. La idea plantea que ese tramo se convierta en autovía o autopista, cuestión necesaria a partir del crecimiento demográfico en el norte de la ciudad y la localidad de Ibarlucea.

A partir de un proyecto de Horacio Ghirardi (PS), el cuerpo legislativo local solicitó cambios de fondo en el tramo de la ruta 34 entre la A012 y la Circunvalación de Rosario. En su iniciativa, el concejal socialista advierte que el corredor viales hoy “un sector crítico de tránsito por el potencial en la ocurrencia de accidentes viales”.

La idea es que la hipotética autovía cuente con ingresos viales seguros a cada una de las urbanizaciones o emprendimientos que se encuentran a ambos márgenes de la ruta en el tramo indicado.

En los últimos años, a partir del Plan Abre y emprendimientos privados, el norte de la ciudad en su unión con Ibarlucea mutó considerablemente. Allí se instalaron nuevas urbanizaciones, con el consiguiente aumento poblacional y el incremento de tránsito vehicular.

“La nueva configuración urbana trajo como consecuencia el reclamo ya casi permanente de vecinos que pujan por un corredor más seguro a partir de la adecuación de la ruta a lo que en la práctica es hoy: una avenida interurbana”, explicó Ghirardi.

Rutas argentinas

Más allá del pedido puntual del Concejo rosarino, en las últimas horas Miguel Lifschitz había dejado en evidencia su malestar por el mal estado de las rutas nacionales que atraviesan a la provincia de Santa Fe.

“Son un desastre”, dijo el gobernador en la inauguración de una obra vial entre las localidades de Totoras y Cañada de Gómez, para así dejar en evidencia a la actual gestión nacional.

Lifschitz, además, se mostró esperanzado en que el próximo presidente preste atención e invierta “donde se produce y donde se trabaja”, en referencia a la provincia de Santa Fe.