El fiscal José Ignacio Candioti solicitó al Tribunal Oral Federal de la ciudad entrerriana de Paraná que se condene al represor Marino González a 13 años de prisión, como parte del tercer juicio en esta provincia por el robo de bebés durante la última dictadura cívico militar

Marino González será juzgado por segunda vez por el caso de los mellizos Valenzuela Negro, hijos de los militantes detenidos y desaparecidos, Raquel Negro y tulio Valenzuela. Cabe decir que en el juicio anterior del año 2011, el represor quedó absuelto, pero la Corte Suprema de la Nación decidió que se dicte un nuevo veredicto.

Los delitos por los que se lo citó a Gonzales, de 76 años, son sustracción de menores y sustitución de identidad. El acusado estuvo en la audiencia de manera remota a través de la plataforma Zoom,  desde su casa en la ciudad de Santa Fe donde cumple arresto domiciliario por haber sido condenado en otras causas: dos a prisión perpetua, dictadas ambas por el Tribunal Oral Federal de Rosario en las causa Guerrieri I y Guerrieri II.

Este tribunal está presidido por Noemí Berros, acompañada de Jorge Sebastián Gallino y José María Escobar Cello. Además intervienen el fiscal Candioti y los representantes de las querellas de Abuelas de Plaza de Mayo, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, la Asociación Civil HIJOS Paraná y los hijos de Raquel Negro, Sabrina Gullino y Sebastián Álvarez, quienes buscan a su hermano nacido en cautiverio en el Hospital Militar de Paraná. González tiene un defensor oficial: Alejandro Castelli.

La audiencia comenzó con la lectura de la requisitoria de elevación a juicio. Luego la jueza Berros interrogó al acusado por sus datos personales. González contestó a la requisitoria, pero por consejo de su abogado se abstuvo de prestar declaración en cuanto al hecho que se le atribuye. Por lo tanto, la secretaria del Tribunal, Valeria Irizo, leyó lo que fue su declaración indagatoria en la instrucción de la causa, en la cual negó haber sustraído a los mellizos y sustituido su identidad, y tampoco haber tenido alguna vinculación con esos delitos.

Luego se puso en evidencia la prueba material reunidas que forman parte de esta y otras causas, donde se generaron videos testimoniales que involucran a Marino González. Entre los testimonios se halla el de Eduardo Tucu Costanzo, quien acuso a González de ser quien pergenio el trasladado de Raquel Negro detenida, desde la ciudad de Rosario al Hospital Militar de Paraná. Donde nacieron los mellizos en cautiverio.

Además, Costanzo, que fue integrante del Batallón de Comunicaciones 121 del Segundo Cuerpo del Ejército y fue represor en los centros clandestinos de detención Quinta de Funes, Escuela Magnasco, Fábrica Militar de Armas “Domingo Matheu”, La Intermedia y La Calamita dijo que Marino González era el encargado de arrojar a las víctimas de la dictadura desde aviones, en los llamados Vuelos de la Muerte. En ese punto, invocando estar "nervioso", el represor pidió desconectarse en el momento de los alegatos, lo cual le fue permitido por el tribunal.

En su intervención el  fiscal Candioti adujo que los hechos investigados se encuentran "absolutamente acreditados", así como también que fueron llevados adelante por el Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario, es decir, la patota que lideraba Pascual Oscar Guerrieri y que integraba González con el grado de capitán y el cargo de jefe de la Sección Actividades Especiales de Inteligencia.

Este grupo de tareas estuvo a cargo del traslado de Raquel Negro embarazada a Paraná para que tuviese a sus hijos en el Hospital Militar en un parto clandestino. "Raquel dio a luz a mellizos, un varón y una nena, en marzo de 1978, los cuales le fueron sustraídos por este grupo", dijo el fiscal. Añadió que desde allí fueron trasladados al Instituto Privado de Pediatría, cuyos propietarios también fueron condenados. "Marino González fue condenado en la causa Guerrieri II como coautor por la privación ilegal de la libertad de Raquel Negro y las torturas que sufrió. Se demostró que tenía poder de hecho sobre Raquel Negro", recordó.

Candioti pidió que González sea condenado a 13 años de cárcel como coautor de la sustracción de los mellizos y de la sustitución de sus identidades, al igual que lo fueron los otros integrantes del grupo de tareas –Guerrieri, Jorge Alberto Fariña, Walter Pagano y Juan Daniel Amelong– porque tuvieron "la decisión común" de llevar adelante esos crímenes.