Dos de los cardiólogos que el 6 de febrero de 2018 asistieron a Débora Pérez Volpin en el Sanatorio La Trinidad del barrio porteño de Palermo coincidieron en señalar que la periodista "ya no tenía pulso" al iniciar las maniobras de reanimación, luego de haber sido convocados al quirófano ante el cuadro de emergencia. 

"La sensación cuando ingresé era que ya estaba muerta y que no había chances de sobrevida", aseveró el cardiólogo Diego Cabrera Argaña al declarar este jueves en calidad de testigo en el comienzo de la cuarta audiencia en el juicio oral y público por la muerte de la periodista que, en plena feria judicial, se desarrolla en el Palacio de Tribunales. 

El segundo médico cardiólogo que ingresó al quirófano donde se encontraba Pérez Volpin dijo que, cuando él entró en escena, el cuadro era "catastrófico" y que, de hecho, recién supo que se trataba de la periodista cuando, en el medio de las maniobras de reanimación se lo comentaron, dado que él no la había reconocido, producto de la deformidad que tenía. 

En tanto, la médica cardióloga Agustina Ramos, la primera en llegar al quirófano luego de requerida la asistencia por parte de la instrumentadora que participaba del procedimiento, Miriam Eliana Frías, afirmó que "la paciente no tenía pulso", con lo cual inmediatamente inició las "maniobras de RPC", es decir de reanimación cardiopulmonar. 

"La paciente en todo momento estuvo sin pulso y se siguió el protocolo de reanimación, consistente en masajes y adrenalinas", aseveró Ramos, al declarar esta mañana ante el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional número 8 de la Capital Federal, representado en este juicio por un único juez, Javier Anzoátegui.

Ramos fue la primera cardióloga que ingresó al quirófano luego del requerimiento de los dos profesionales que estaban a cargo del procedimiento que se le practicaba a Débora Pérez Volpin, acusados de "homicidio culposo" en este juicio, el endoscopista Diego Bialolenkier y la anestesista Nélida puente. 

Según el testimonio de la cardióloga, mientras ella inició las maniobras de reanimación, la anestesista intentaba "intubarla, pero no lo lograba, al estar edematizada y con secreciones sanguinolientas", y el endoscopista se encontraba "de pie, en situación de alerta" y, luego, por pedido de ella, "participó de las maniobras" mientras ella pedía refuerzos. 

Además, dijo que si bien en un primer momento, debido a que la paciente "tenía la cara y el cuello hinchados", podía presumirse que se trataba de una "reacción alérgica", cuando tocó su cuerpo, en la parte de arriba del tronco, "se sentían crepitaciones, lo cual daba la pauta de que no se trataba de una reacción alérgica" y sugería la presencia de "aire". 

No obstante, continuó la médica, en su testimonio, "como la paciente estaba en paro yo inicié las maniobras de reanimación cardiopulmonar", tal como lo indican "los protocolos". 

Además, detalló que, en un primer momento, la paciente tenía su rostro y su cuello hinchado pero que, luego, "con el correr de los minutos, el color de su cuerpo se fue tornando más azulado, y comenzó a hincharse su pecho y su abdomen". 

Antes, en lo que fue la primera declaración testimonial de la jornada de hoy, cuarta en el juicio que arrancó el lunes último, el cardiólogo Diego Cabrera Argaña había dicho que, cuando él ingresó al quirófano, el cuadro era "catastrófico" y que "de ninguna manera había posibilidad de sobrevida". 

"Por mi experiencia, cuando entré hacía un par de minutos que la paciente ya estaba muerta", resaltó el especialista, quien indicó que, no obstante, se le continuaron realizando las maniobras de reanimación, consistentes en "comprimir y administrar adrenalina". 

Además, consignó que recién supo que se trataba de la periodista Débora Pérez Volpin en el transcurso de las maniobras y que era tal "la deformación" de su cuerpo y de su rostro, que no la había reconocido. 

También, detalló que, cuando ingresó y al comenzar a actuar, había preguntado "la causa del paro y el momento en el que se produjo" y que los dos profesionales a cargo del procedimiento le habían dicho "que no sabían". 

En el marco de la audiencia de hoy está prevista la declaración de otros siete testigos, entre ellos el director médico del Sanatorio La Trinidad, Roberto Martignano.