El juez Leandro Martín condenó a Mario Santaya, de 55 años, a once años de prisión por haberlo encontrado culpable de delitos contra la integridad sexual de dos de las hijas de su pareja. Los hechos ocurrieron en la localidad de Hughes, en el sur de la provincia de Santa Fe.

En el marco del juicio oral y público realizado en los tribunales de Melincué, Santaya fue condenado por ser “autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado (por la relación de convivencia preexistente con un menor de 18 años) y abuso sexual simple agravado (por la situación de convivencia preexistente con un menor de 18 años)”

El fiscal que investigó el caso es Matías Merlo quien valoró la sentencia del magistrado y destacó que “impuso la misma pena que solicitamos desde la Fiscalía en los alegatos”.