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La comisión de Gobierno del Concejo recibió este martes al secretario de Control y Convivencia municipal Guillermo Turrín, quien respondió consultas puntuales sobre el seguimiento de los locales nocturnos en lo que va del año. La convocatoria fue en el marco del debate sobre una nueva ordenanza que regule la noche rosarina. El funcionario reveló que un 23 por ciento de los locales que se inspeccionaron este año fueron sancionados por alguna contravención a la normativa.

Las infracciones detectadas fueron desde falta de libretas sanitarias del personal hasta ruidos molestos, entre otras.

Turrín se explayó sobre los números que maneja la Dirección de Inspecciones, que se encarga de la fiscalización de los locales que abren sus puertas para esparcimiento nocturno: “En el primer semestre del año se realizaron alrededor de 1200 controles y 265 bares y boliches fueron sancionados por verificar alguna falta a la normativa, a la vez que se clausuraron 11”.

Durante la noche, 60 inspectores municipales y 9 coordinadores desarrollan operativos en locales bailables, bares, salones de fiesta, cantinas, pubs, entre otros, para controlar si están debidamente habilitados, si existe una tergiversación de rubro, presencia de menores de edad, fumadores, o si se cumple o no con la capacidad máxima autorizada, entre otros ítems.

“Se verifican los decibeles musicales que deben ser acordes con lo reglamentado y el horario de cierre”, precisó Turrín, quien aclaró que “durante el día se concretan las intervenciones para corroborar medidas de seguridad y salubridad que de noche y con personas presentes no se perciben”.

En total, el municipio registra 216 locales nocturnos habilitados en Rosario, registrados en diversos rubros: bares y restaurantes con amenización musical hay 52, cantina son 15, confiterías bailables hay 21, las peñas son 4, hay 1 discoteca de menores, 120 salones de fiesta y 3 salones de milonga. Pero no todos abren al público los fines de semana.

Las actas labradas son derivadas al Tribunal de Faltas que establece una medida acorde a lo detectado o puede definir incluso el cierre del comercio. Las infracciones, según detalló, son muy heterogéneas: “Van desde falta de libretas sanitarias hasta ruidos molestos o que ocupan espacios que trascienden los límites del local comercial”.

Los ediles escucharon la descripción del trabajo realizado a lo largo de este medio año, y a su vez dieron consejos a la cartera de Control sobre cómo trabajar a futuro en pos de una nueva ordenanza.

Este año, las sanciones se redujeron a comparación de 2017, ya que entonces hubo 730 sanciones en todo el año, más del doble de lo que lleva este 2018. "Esto se debe a que los principales boliches conflictivos, los que siempre tenían irregularidades, ya cerraron", fue el argumento.

La tarea de profesionalizar la seguridad

La Secretaría de Control, en conjunto con el Ministerio de Seguridad provincial, viene trabajando en la formación de controladores/as de Admisión y Permanencia (ACAP), que habitualmente se denominaban patovicas, para profesionalizar las tareas de seguridad en confiterías bailables, bares y eventos recreativos en general.

Turrín detalló al Concejo que “en 2017 ya se habían relevado 650 profesionales de la seguridad, y hoy 1000 agentes se encuentran incorporados al registro municipal”, mientras que indicó que otros 100 asisten por estos días al curso y ya abrió abierta la inscripción para dictar los cursos que comenzarán a fines de agosto”.

El personal del control de cada local participa de esta forma de capacitaciones teórico-prácticas organizadas en seis módulos: Perfil Profesional Controlador/a de Admisión y Permanencia; Marco jurídico; Comunicación como forma de interacción humana y resolución de conflictos; Neutralización de agresiones físicas; Prevención y seguridad ante siniestros y catástrofes, y Primeros auxilios, RCP y Toxicología.

Esta capacitación permite regular la situación laboral en esta actividad, habilitando a los trabajadores y generando un blanqueo laboral ya que para la autorización de eventos masivos y fiestas electrónicas el Municipio exige las altas tempranas de dichos trabajadores.

“Entendemos la responsabilidad del Estado municipal en la prevención y el control del funcionamiento de los locales nocturnos y es por eso que reforzamos nuestra presencia a fin de detectar incumplimientos y poder sancionarlos”, manifestó Turrin, quien, sin embargo, advirtió: “Nuestro rol también es cuidar, acompañar y garantizar la convivencia en los horarios en que muchos rosarinos disfrutan de su tiempo libre y para ello, necesitamos que todos los actores que hacen la noche rosarina participen, se involucren y colaboren en la construcción de un marco más seguro, democrático y accesible para todos".