El artista Miguel Ballesteros, único rosarino con una obra suya en el Vaticano, murió este sábado en su vivienda de barrio Echesortu, donde supo brindar sus talleres de pintura durante casi 50 años.  

En 2015 la intendenta Monica Fein visitó al Papa Francisco, y en esa ocasión le llevó de regalo un libro con las obras del artista rosarino, cuya obra de su autoría “El camino de Pedro” se expone desde 1988 en el Vaticano, tras haber sido seleccionada por un jurado en un salón organizado por la Fundación Fraternitas.

Ballesteros fue director del Museo Municipal de Bellas Artes “Juan B. Castagnino”, y curador de varios espacios, entre ellos la sala de la Bolsa de Comercio de Rosario.

El Concejo Deliberante de Rosario lo nombró Artista Distinguido de la ciudad en 2013.