Telefónica-Movistar arrancó el 2021 con un anuncio alarmante: el cierre compulsivo de decenas de oficinas comerciales en todo el país. En octubre de 2022 la sucursal Rosario, ubicada en Rioja entre Corrientes y Paraguay, cerró sus puertas y dejó despojados a sus usuarios en la ciudad de la posibilidad de tramitar reclamos de manera presencial.

A los trabajadores de las oficinas comerciales les plantearon que siguieran con el teletrabajo, y en su mayoría fueron reubicados: pasaron a la atención telefónica comercial y al servicio técnico. En este marco de desinversión, las bajas que se produjeron no fueron en base a retiros forzados, cada trabajador tomó la desicion de seguir o no en, aunque la situación de escasez de personal se acentuó en esta región que afectó seriamente la operación de la empresa.

Desde el Sindicato de Trabajadores de las Telecomunicaciones (Sitratel) llevaron adelante varios reclamos en este proceso y lograron que nadie fuera cesanteado. Se le advirtió a la empresa sobre la complicada situación que atravesaron los trabajadores. Previo al cierre ya se sentía la sobrecarga para los usuarios con grandes demoras para atender reclamos, falta de material generalizado, cierres de sectores por falta de personal, acefalías de áreas, equipos sin supervisión y demás cambios, siempre a la baja, en las condiciones operativas con las que se trabaja.

Desde el gremio también se advirtió la tendencia de que las empresas de telecomunicaciones dejen de lado sus servicios presenciales, aunque reconocieron que “hacía mucho que no sucedía algo así”. De todas maneras, señalaron que  “la situación de Telefónica-Movistar  es particular”. 

El anuncio de la puesta en venta de Telefónica/Movistar en Argentina y Latinoamérica por parte de su casa matriz en España, que se encuentra fuertemente endeudada, ya lleva más de dos años. Esa fue la señal para profundizar este desguace y vaciamiento mientras la patronal busca un comprador en un contexto adverso donde nadie compra una empresa que se encuentra en dicho proceso.

Movistar cerró oficinas en Rosario y dejó a la región sin atención directa

La postura del Enacom sobre el caso

El delegado regional del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) Franco Balzaretti dijo estar al tanto de la situación de Movistar y Telefónica y aseguró que se enteró del cierre de la sucursal gracias a la catarata de denuncias que hicieron los usuarios a la oficina de la entidad, ubicada en el Correo. “El planteo es que ya no existe un lugar físico donde hacer los reclamos, la empresa solo habilita los canales digitales y telefónicos, lo que genera en muchas ocasiones que seamos nosotros los mediadores ante un problema”, señaló el funcionario a RosarioPlus.com.

“Antes la gente tenía un lugar a donde presentarse y hoy ese servicio ya no está”, lamentó Balzaretti y adujo que todavía “no se sabe si es una disposición definitiva de la empresa o algo momentáneo”. Sí precisó que se “está investigando por parte del Enacom para saber cuáles son los motivos que indujeron al cierre de la sucursal”.

En ese sentido, señaló, al igual que el gremio de los telefónicos, que los trabajadores fueron reubicados o tomaron sus retiros voluntarios, solo en el caso de los que estaban en la función de atención al cliente. En la parte técnica, “todo sigue igual, no fue tocada y se mantuvo el recurso humano”.

Por otro lado, marcó que el cierre de canales presenciales es una tendencia que se agudizó en la pandemia y que en principio “fue buena como medida sanitaria”, pero que ahora las empresas lo tomaron como algo habitual. “Nos preocupa esta situación porque más allá que es una mala atención a los usuarios que muchas veces no manejan los medios electrónicos de reclamos, genera desempleo y multitareas por parte de los trabajadores. Las empresas toman estas medidas con el fin de achicar gastos”, sostuvo.

Hoy Telefónica y Movistar afrontan una fuerte crisis y de seguir así “tienden a desaparecer”. En ese marco, las mediciones técnicas de Enacom en toda la zona aledaña a Rosario arrojan un servicio “malo y deficiente” lo que provoca una fuerte migración de usuarios hacia las otras compañías que si “están invirtiendo”.