Cada mes de mayo se celebra el mes de la celiaquía, una enfermedad autoinmune caracterizada por la intolerancia al gluten, una proteína presente en alimentos como el trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC). Los síntomas principales incluyen diarrea crónica, pérdida de peso, desnutrición, anemia, aftas orales, osteoporosis y fatiga. Cuando una persona celíaca consume gluten, su intestino sufre daños y es incapaz de absorber los nutrientes necesarios para mantenerse saludable. Según la Asociación Celíaca Argentina, uno de cada cien adultos en el país sufre esta enfermedad, y la prevalencia es aún mayor en niños, afectando a uno de cada ochenta. A nivel mundial, entre el 0,6 y el 2 por ciento de la población la padece.

En una entrevista con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes, el investigador y profesor Darío Cabezas define la celiaquía como una enteropatía gluten-dependiente, aunque actualmente se acepta que es un trastorno inflamatorio multiorgánico con consecuencias negativas importantes para la salud de los afectados.

Esta enfermedad puede manifestarse en cualquier etapa de la vida y se diagnostica a través de análisis de sangre y confirmación mediante una endoscopía. Sin embargo, los familiares directos de personas con celiaquía y aquellos que tienen enfermedades autoinmunes se consideran grupos de riesgo y deben realizarse los estudios correspondientes. Hasta el momento, la única forma de tratamiento existente es llevar una dieta libre de gluten.

La cantidad de personas diagnosticadas con celiaquía es aún insuficiente en Argentina y en el mundo: solo una de cada ocho está diagnosticada. Cabe entonces preguntarse por qué hay tantas personas con celiaquía y tan pocas saben que tienen la enfermedad. El científico del Laboratorio de Investigación en Funcionalidad y Tecnología de Alimentos (LIFTA) de la UNQ explica: "La enfermedad se presenta de diversas formas. La forma clásica es la gastrointestinal, con diarrea, niños cuya altura no es acorde a su edad, distensión abdominal y problemas gastrointestinales severos y vómitos".

Sin embargo, advierte Cabezas, "la mayoría de los celíacos tienen manifestaciones asintomáticas, por lo que el daño se vuelve visible con el tiempo a través de síntomas que pueden afectar al intestino, el corazón o el cerebro". La pérdida recurrente de embarazos, uñas secas y caída del cabello también pueden ser señales de alerta.

Fuente: Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes