El temporal y el consecuente aluvión de agua que afectó la región el pasado domingo, suscitó un conflicto extra en Villa Gobernador Gálvez. Es que el agua que escurrió por la ciudad en busca del río Paraná, se topó en una de las calles con un paredón del frigorífico Paladini generando un efecto dique que inundó a los frentistas vecinos de la planta, quienes sin dudarlo derribaron el muro de la empresa.

Esta situación puso de relieve la obstrucción de la calle Julio Argentino Roca, que tiene una larga historia de beneficios poco claros a la industria emblema de la ciudad, que se remontan a la época de la última dictadura cívico militar.

En diálogo con Rosarioplus.com, el concejal por el Partido Socialista de la vecina ciudad, Carlos Dolce, aseguró que “entre el año 76 y 83 el intendente Darío Dardo Rocha, designado por la junta militar, le permitió a Paladini avanzar sobre calle Fornieles para ampliar su planta”. De este modo el frigorífico unió dos manzanas interrumpiendo la calle que tuvo, de ahí en más, su final abrupto contra un paredón de la empresa. “Es difícil acceder a esa documentación, por eso no puedo decir el año exacto. Se supone que esta concesión se habrá hecho bajo la justificación de generar más empleo para la ciudad”, detalló.

La segunda ampliación que logró la planta sobre terrenos públicos, también tiene orígenes poco claros. Es que si bien la empresa los compró en 1996, los terrenos son el resultado de un oscuro proceso que llevó adelante la dictadura militar.

En febrero de 1977 el Estado militar intervino la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil para iniciar un proceso de normalización, pero ya en mayo la junta mostró sus verdaderos intereses y empezó a desmantelar la institución y a rematar sus más de 60 propiedades, esparcidas por todo el país. Entre ellas, unas 30 hectáreas en Villa Gobernador Gálvez, a la vera del río.

Consultado por Rosarioplus.com, el abogado de la Vigil, Gabriel Caciorgna explicó que “se trata de un proceso de desmantelamiento, bajo la figura de liquidación judicial, que se extiendió desde 1977 a 2008”. Es que aún con la restitución de la democracia, a la mutual le costó mucho, trámite judicial mediante, recuperar su personería jurídica y así poder litigar por los daños económicos y humanos sufridos.

Uno de esos daños, hoy bajo litigio en el sumario por delitos económicos contra la Vigil, es parte de los terrenos que ahora ocupa el frigorífico. En la ordenanza 1065 del 21 de marzo de 1995, la provincia de Santa Fe, en ese momento bajo la primera gobernación de Carlos Reutemann, el municipio compró al liquidador de la Biblioteca Constancio C. Vigil 30 hecáreas linderas a Paladini, para la realización de un barrio de viviendas sociales.

Menos de un año y medio después, el destino de esas tierras había cambiado. Bajo la ordenanza número 1193/96, el 22 de agosto de 1996, el entonces intendente Pedro González vendió 9 de esas 30 hectáreas a la empresa. El barrio jamás se hizo.

El polémico paredón del frigorífico Paladini

 

Posted by RosarioPlus on miércoles, 18 de enero de 2017

El resultado de estas dos transacciones, la cesión de terrenos en dictadura y la posterior venta de terrenos apropiados por la dictadura, le dieron a la industria un total de 50 hectáreas a la vera del río. Varias manzanas unidas, que cortan las calles Fornieles y Julio Argentino Roca, donde el frigorífico emplaza su casa central y sus principales plantas industriales.

Es este avance sobre el espacio público y el nulo destino social que tuvieron las tierras, lo que este domingo se puso de relieve al impedir el correcto drenaje del agua, que perdió su desembocadura natural. Efectos de una dictadura que aún deja sentir sus delitos económicos.