La muerte de dos jóvenes que asistieron a una fiesta de música electrónica en la ciudad de Arroyo Seco volvió a encender la polémica por la comercialización y consumo de drogas de diseño en este tipo de eventos. Y esa discusión se trasladó rápidamente a Rosario, colándose en el debate sobre la modificación de la ordenanza que regula los espectáculos públicos.

Dicha ordenanza regula también toda la movida de la noche rosarina. Y es por eso que el concejal Jorge Boasso busca incorporar al debate la caducidad de la habilitación para aquellos comercios que incurran en la comercialización de sustancias psicoactivas ilegales. 

"La noche rosarina merece mayores controles por parte del Ejecutivo. Para que todo sea una fiesta y no una tragedia como habitualmente nos toca lamentar", sostuvo el edil radical. 

Para el ex candidato a vice gobernador de Del Sel, la problemática con este tipo de drogas excede a las fiestas electrónicas e involucra a toda la movida nocturna. “Si bien se asocia la comercialización y el consumo de drogas ilegales a las fiestas electrónicas, entendemos que estas prácticas no son exclusivas de las mismas y podemos encontrarlas en cualquier evento, bares o boliches de Rosario”, expresó Boasso.

Asimismo, el radical criticó a sus pares por la demora en el debate por la modificación de la ordenanza 7218 de espectáculos públicos, y adjudicó estas dilaciones a “mezquindades políticas que intentan llevar la discusión hacia intereses particulares y sectoriales”. 

Por esto, Boasso llamó “a la reflexión” al resto de las bancas “para que avancemos de inmediato en las modificaciones a la ordenanza que regula la noche rosarina” porque consideró “imperioso establecer normas marco, que nos permitan anticiparnos a los casos lamentables como la muerte de los dos jóvenes en Arroyo Seco”.