Un audio que circula desde hace unos días a través del servicio de mensajería WhatsApp alerta sobre la aparición de 14 murciélagos con rabia y recomienda vacunar a las mascotas para prevenir contagios. Desde los ministerios de Salud y Producción de la provincia difundieron un comunicado oficial que aclara un poco los tantos para llevar tranquilidad a la población.

“Hasta el momento no hay datos que indiquen la existencia de peligro epidemiológico de murciélagos con rabia. Debido a las repercusiones mediáticas sobre un aumento de rabia en murciélagos en los últimos días, que habría en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, no hay datos hasta el momento que indiquen un aumento del porcentaje de ejemplares afectados por esta enfermedad”, reza el comunicado.

Las conclusiones en las que se basaron las autoridades provinciales surgieron de un informe realizado por el Programa de Conservación de los Murciélagos de Argentina, al cual pertenecen técnicos que desarrollan sus tareas en la cartera productiva.

Por su parte la directora de Epidemiología de la Municipalidad Analía Chumpitaz analizó en diálogo con Rosarioplus.com los audios que circularon: “Nos preocupa mucho estos audios, porque alertan a la población sin ningún asidero académico ni científico, y en la provincia el único alerta es de sarampión rubeólica. No tenemos ningún alerta de rabia”.

La Secretaría de Salud de la Municipalidad cuenta con un registro actualizado con la situación de todos los ciudadanos que fueron mordidos por animales que “se consideran sospechosos porque cuando son animales callejeros no se puede comprobar que son vacunados, y si son mascotas, habrá que estudiar al animal”.

El Programa de Conservación de Murciélagos del Museo Gallardo lleva un control minucioso y constante sobre los murciélagos en Rosario, y su investigadora, Eugenia Montani detalló que “lo que ocurre es que hay más cantidad de reportes de los casos en Buenos Aires, pero los índices de allá, también nos aseguraron, son de la misma cantidad de siempre, por debajo de un cinco por ciento de los animales analizados. Es como reportar a la cantidad de gente internada en un hospital”.

Lo que ocurrió, según Montani apreció fue que “hubo esta especie de psicosis social a partir de los audios, por el hecho de que los murciélagos son un animal poco carismático en la sociedad, les tienen miedo, pero cualquier animal es plausible de contagiar rabia, no es una condición de estos sine qua non”.

En la provincia de Santa Fe es el Programa Provincial de Control de Zoonosis y Vectores en la ciudad de Santa Fe la que recibe absolutamente todas las muestras del territorio provincial para analizar, y Chumpitaz destacó que “se está lejos de emitir un alerta epidemiológico, el cual implicaría aplicar un protocolo a seguir a partir de que todas las áreas implicadas se ponen de acuerdo”.

En caso de encontrar un murciélago caído, vivo o muerto, no hay que tocar. “Como otros animales, muerden para defenderse. Debes cubrirlo con un recipiente (caja, frasco, balde, etc.), y avisar al centro de zoonosis de tu localidad”. Para describir el comportamiento, el informe aclara que: “la rabia afecta al sistema nervioso, por lo que un murciélago enfermo cambia su comportamiento, vuela de manera errática, de día, choca contra objetos, y generalmente caen al suelo”.

Alertan también sobre el uso de sustancias tóxicas para ahuyentar o matar murciélagos, ya que “provoca que estos animales vuelen de día, de manera errática y caigan atontados. Estas prácticas aumentan la posibilidad de que la gente encuentre murciélagos, y la probabilidad de contacto de algún murciélago enfermo de rabia con gente, perros y gatos”.

Ante la mordida de un murciélago, perro o gato, “primero hay que lavar con agua y jabón antiséptico”, recordó Chumpitaz, se debe acudir a centro antirrábico de la ciudad, siendo indispensable para mantener el control de esta enfermedad “vacunar todos los años a perros y gatos, aún aquellos que viven en departamentos y no salen del mismo”.

El informe culmina reivindicando el lugar de estos animales como agentes importantes en el equilibrio ecológico de nuestro ambiente, ya que se alimentan de insectos.