Cintia Díaz, la sobreviviente de la picada mortal en Ayacucho y Avenida del Rosario, participará este miércoles a las 19.30 de un acto en el mismo lugar en el que murieron su marido y su hijo. “Ojalá nos acompañe mucha gente. Necesitamos leyes más duras para este tipo de acciones. Que lo piensen dos veces antes de hacer una cagada así”, le dijo a las cámaras de canal 3 desde el Centro de Justicia Penal, hasta donde se acercó para conocer el estado de la causa judicial, a poco de haber recibido el alta médica.

Con el previsible dolor por la pérdida de sus seres queridos, Cintia llegó este miércoles al CJP en silla de ruedas. En estos días, vive con sus padres y como puede se recupera del impacto emocional de lo que le pasó hace apenas diez días, cuando junto a su marido llevaba a su hijo a casa de los abuelos. 

Cintia relató que todavía no se comunicó con ella ninguno de los allegados a los muchachos que corrían la picada que desembocó en la muerte de David Pizzorno de 43 años y su hijo Valentino, de 8. “Si hubiera pasado al revés, yo habría pedido mis disculpas. Al menos eso esperaba. Así como fue mi familia, podría haber sido cualquier otra la que mataron”, afirmó.

Según lo que constataron las pericias posteriores, el auto que impactó contra el auto de Cintia venía corriendo una picada desde al menos 400 metros antes al choque. Y al cruzar la esquina de Ayacucho, por Avenida del Rosario, iba a 132 kilómetros por hora. La figura que podría imputarse por el delito es de homicidio simple con dolo eventual. 

Esta semana, el intendente Pablo Javkin presentó al Concejo un proyecto para sancionar un nuevo Código de Convivencia en la ciudad. Entre los temas que serán clave, según anticipó el intendente, está el de la sanción a los que corran picadas clandestinas. La multa actual es de 24 mil pesos y se pretende llevarla a 156 mil pesos, más un posible arresto de hasta 6 meses.