La cronista Sol Lauría vive en Panamá, donde trabaja para la ONG Connectas, y donde hizo historia formando parte del pequeño equipo global de 370 periodistas que procesó durante un año la mayor filtración de documentos sobre paraísos fiscales de la historia, conocida como Panama Papers. Este jueves estuvo en Rosario, para contarle a colegas y a curiosos sobre el "hermoso" oficio de desentrañar ilegalidades en el océano de datos online.

En un aula académica llena de periodistas rosarinos interesados en conocer la cocina de la investigación de datos, Lauría dio los tips sobre scrapping (extraer datos de una base online), sitios web confiables con datos oficiales, gajes de un trabajo de hormiga y pasos para comenzar una investigación. Claro que para eso, también contó su historia, que siempre siguió de la mano del periodismo narrativo.

“¿No es hermoso trabajar con datos? ¿A quién puede no gustarle?”, interpeló entusiasmada. Según ella es fácil, requiere paciencia y práctica. Y si las fuentes que se buscan son confiables (casi siempre sitios web oficiales o de organizaciones reconocidas) el camino está allanado. Sólo hay que saber qué se busca para no perderse en un océano de datos de nombres, fechas, operaciones, compras, cruzarlos y voilá: una torta explosiva puede contar grandes verdades sobre operaciones ilegales de funcionarios, deportistas, actores internacionales y empresarios.

En 2007, Sol estaba haciendo una beca de periodismo para jóvenes en España. Allí conoció a un colega argentino que trabajaba en un periódico panameño. “En 2011 me convocó a trabajar en el diario La Estrella de Panamá, y me interesó para enfocarme en sucesos centroamericanos. Y ya estoy viviendo allá desde hace cinco años”, recordó en diálogo con Rosarioplus.com.

Después de trabajar en el periódico, donde se empapó de una realidad completamente ajena, fue convocada a investigar en Connecta Lab, hace tres años. “El director de esta ONG, Carlos Huertas, es socio del Consorcio Internacional de Periodistas (ICIJ), para el cual ya habíamos colaborado en una investigación anterior sobre Suiza, cuando aparecieron las filtraciones de más de 200 mil empresas sobre Panamá Papers, en la firma Mosack Fonseca.

“Durante la investigación sólo me dediqué a personas de Colombia y Panamá, ayudé a usar el registro publico, hice instructivos, y con Connecta hice historias sobre panameños y colombianos. La búsqueda era muy manual y por eso llevó mucho tiempo”, detalló. Fue por esa dedicación absoluta que Lauría, no pudo investigar sobre Lionel Messi o el presidente Mauricio Macri.

Actualmente además de investigar detalladamente en alguna historia que se dispara por el mundo gracias a algún arrepentido, un hacker o un programador, Sol Lauría sigue escribiendo en otros medios de periodismo narrativo, como la revista Anfibia. Colaboró en el libro de Leila Guerriero llamado “Los Malos”, y ahora está en plena cocina de un perfil para el próximo libro de la periodista porteña.

“Cuando tenes los datos y ya sabés escribir, podés contar cualquier historia, y según los datos que encuentres, ves cómo contarlos de la mejor manera: en formato narrativo, en gráfico, video o línea de tiempo”, explicó con simpleza , y ejemplificó: “cuando trabajé para la investigación de los Panamá Papers me pasó mucho eso, porque había mucho de visual por las conexiones de empresas, y también hicimos textos larguísimos para contar la historia de cada país”.

Para llegar a ser la santafesina que investigó a empresarios y políticos, Sol Lauría aprendió primero a perderle el miedo a los datos duros: “Es fácil, aunque me salió mal mucho tiempo, no se visualizaba nada, y al final terminás aprendiendo en el camino”.