En un giro importante en su modelo de negocios, Aerolíneas Argentinas anunció que cerrará casi todas sus oficinas comerciales antes de que termine el año. Durante 2025, ya se clausuraron 17 sucursales y se prevé el cierre de dos más en mayo, quedando activas solamente las sedes de Córdoba y Mendoza.

Esta decisión forma parte de un plan más amplio para recortar gastos, que incluye bajar costos operativos, reducir alquileres y enfocar la venta de pasajes en canales digitales. Según la empresa, las ventas presenciales representan actualmente apenas el 1% del total de los boletos vendidos.

Entre las oficinas que ya bajaron sus persianas están las de ciudades importantes como Ushuaia, El Calafate, Rosario, Salta y Bariloche. En mayo, se sumarán las de Tucumán y Mar del Plata. El personal de estas oficinas será trasladado a aeropuertos locales para reforzar las tareas operativas.

Este proceso de reestructuración comenzó en diciembre de 2023, con la meta de preparar la empresa para una posible privatización. Incluye una fuerte reducción de costos y del número de empleados, que bajó un 15%, llevando la plantilla a su nivel más bajo en 14 años.

En cuanto a los resultados económicos, los primeros efectos del ajuste ya se están viendo. En 2024, Aerolíneas tuvo un resultado financiero positivo de 156.323,9 millones de pesos, algo que no ocurría desde su estatización en 2008. La ganancia operativa fue de 20,7 millones de dólares, aunque gran parte del resultado se debe a ingresos financieros y otros factores no directamente ligados a la operación.

Además, los ingresos crecieron un 256,8% con respecto al año anterior, alcanzando los 3.075.067 millones de pesos, mientras que los gastos aumentaron un 157,7%, llegando a 2.918.743 millones.

Al finalizar 2024, la empresa contaba con 10.401 empleados y había recibido una inversión estatal de 58.732,7 millones de pesos. En plena transformación, Aerolíneas apunta a su eventual paso al ámbito privado.