Jesica Mariel Fux repite todos los días la misma rutina: se despierta, medita, entrena, practica yoga. Tiene 33, es vegana y desde hace poco más de un año vive en Capilla del Monte, provincia de Córdoba. Jesica es conocida por su diminutivo, Jesy, y por su trabajo: vende contenidos para adultos, hace servicios de trabajo sexual virtual y trabaja en la plataforma OnlyFans. En las redes se hace llamar “Putita espiritual” y supera los 300 mil seguidores. Este lunes convocó a través de Twitter a que quienes lo desean vayan a conocerla a la zona del Rosedal y causó revuelo. La mujer dialogó con Rosarioplus.com y aseguró: “Me prejuzgan diciendo que lo único que sé hacer es mostrar el ojete. Y nada que ver. El sexo tiene muchísimo tabú y alguien que lo disfruta abiertamente es siempre un foco de prejuicio”. 

Jesica se define de muchas maneras. Repite más de una vez que es vegana y que las prácticas espirituales son fundamentales en su vida. No le molesta que le digan puta, todo lo contrario. Dice que “le encanta” y no considera que la palabra tenga connotación negativa. “Me choca un poco que me digan actriz porno”, agrega, y explica: Jesy no actúa, todo su contenido es real. Tampoco se define como influencer, pese a sus miles de seguidores y a viralizarse cada tanto, como ahora. “Yo me reconozco como trabajadora sexual. El trabajo sexual virtual para mí es trabajo sexual y estoy muy orgullosa de eso”, sostiene a este medio. 

Cada vez que se viraliza, Jesy se encuentra con los prejuicios en torno a su trabajo. “Dicen que lo único que sé hacer es mostrar el ojete. Dicen que tengo enfermedades de transmisión sexual, pero yo siempre me cuido. Dicen que soy hueca, que no sirvo para nada más. Y muchas cosas más. Lo que yo siento es que el sexo tiene muchísimo tabú y alguien que lo disfruta abiertamente es siempre un foco de prejuicio”. 

“Rosario me incita a ponerme transgresora”

Jesy Fux llega a Rosario y causa revuelo. Ella dice que viene a pasear, que la ciudad le encanta. En ese trajín, aprovecha y conoce a sus seguidores. Los encuentros no son a tomar un café y charlar del clima. Algunos son en espacios públicos y son sarpadísimos. Los que asisten sacan fotos, filman, transmiten en vivo, viralizan. Y el resto se escandaliza, sobre todo de ella, no tanto del que va, tampoco del que mira desde casa. Pareciera que, cada vez que llega a Rosario, Fux se propone sacar del ámbito de lo privado algo que pasa todos los días, masivamente, en las pantallas de miles de personas: el consumo de contenido erótico. Jesy convoca por Twitter, copa el espacio público y entra por la puerta grande al morbo nacional del SXXI.

La primera vez que convocó a sus seguidores y seguidoras fue en diciembre de 2021. Vino a Rosario, alquiló un departamento frente al Monumento a la Bandera y se inspiró. Invitó a quienes querían conocerla a encontrarse en el emblemático lugar. Y en el medio se topó con una movilización de la Uocra. Más de uno lo definiría lisa y llanamente como una escena cinematográfica. 

Este lunes, la convocatoria fue en el Rosedal del Parque Independencia, justo en el momento en que jugaba Newell's contra San Lorenzo. “A las 19 voy a estar ahí para sacarnos fotitos, besitos, apoyaditas, abrazo, todo lo que quieran. Pueden venir seguidoras también. Voy a sortear para que 3 personas puedan venir a c... conmigo”, invitó a través de un video. El encuentro se realizó y viralizó. “Rosario me incita a ponerme transgresora, no lo puedo explicar”, dice a Rosarioplus.com y estalla de la risa.

Jesy, asegura, no le da cabida a las críticas que recibe. “Yo no lo hago para llamar la atención, sino para encontrarme con seguidores porque me encanta conocer a quien está del otro lado de la pantalla”. También remarcó que no recibió ninguna denuncia por el tipo de encuentro que realiza. 

Un despertar espiritual

Jesica Fux practica yoga hace 8 años. Se hace llamar Putita Espiritual desde su primera viralización: sorteaba un encuentro entre las personas que le manden un vídeo haciendo yoga.  “Mis prácticas espirituales vinieron antes que este trabajo”, cuenta. “Yo siempre hablo de un despertar espiritual: el momento en que dejé de querer encajar, empecé a aceptarme y a ser yo misma. Y parte de todo eso era amigarme con toda ese caudal de energía sexual que yo tengo”. 

La trabajadora sexual cuenta que siempre le gustó disfrutar de su sexualidad abiertamente y sin inhibiciones, “pero por miedo al juicio no quería meterme en todo el mundo del contenido. Tenía miedo de que mi mensaje espiritual sea desestimado, porque yo también me dedicaba a eso”. 

La sexualidad y la espiritualidad iban por separado en su vida hasta que estudió la filosofía tántrica. “Entendí que son energías que no van por distintos carriles. Parte de mi camino espiritual fue aceptarme como soy, tal cual soy y sin que me importe el qué dirán. El despertar espiritual fue sacarme la venda y decir esto soy yo, al que le gusta bien y sl que no le gusta que siga su camino”. 

Jesy le dedica mucho tiempo de sus días a las terapias alternativas y la sanación espiritual. “Cuido mucho mi cuerpo y transito un camino de mucha conciencia y mirada interna, de observación de mi mundo interno más allá de que esté muy expuesta y tirando mucha energía para afuera. Yo siento que el perfecto equilibrio es el despliegue y el repliegue, ¿no? Suelo hacer retiros espirituales, tomé muchos años de escuela tántrica e hice un montón de talleres y cosas para nutrir mi mundo espiritual. Esa es mi otra gran pasión, por eso el alias, por eso soy Putita Espiritual”.