La Policía Metropolitana de Londres (Met) dijo este sábado que al menos 58 personas fallecieron en el incendio del miércoles último en la torre Grenfell del oeste de Londres, tras dar por muertos a 28 de los hasta ahora desaparecidos. El comandante Stuart Cundy advirtió, en rueda de prensa, que el número de muertos puede aumentar mientras los bomberos siguen trabajando en el edificio, prácticamente en ruinas por el devastador incendio.

Cundy explicó que la policía sabe que esas personas estaban en la torre en el momento en que se declaró el fuego y precisó que en la cifra de 58 están incluidos los 30 muertos ya confirmados el viernes, consignó la agencia de noticias Efe. El comandante de la Met subrayó que la prioridad de la policía es establecer quién estaba en el edificio, y expresó que "en cuanto podamos, vamos a localizar y recuperar a los seres queridos", dijo ante los periodistas congregados cerca de la torre Grenfell, de 24 pisos y en la que vivían entre 400 y 600 personas, muchas de ellas de pocos recursos.

Mientras tanto, en Inglaterra crece el malestar contra la primera ministra Theresa May por la poco eficaz respuesta oficial a la tragedia.

May fue duramente criticada por los residentes por haber acudido al lugar el mismo miércoles para hablar con los servicios de emergencia pero no así con los afectados. Ante la creciente indignación de los vecinos, May volvió el viernes al lugar, donde fue recibida con gritos de rechazo. Por la noche, los londinenses realizaron una manifestación por el centro de la capital británica para expresar su frustración por la que consideran insuficiente la respuesta del Gobierno.

La jefa del Gobierno decidió entonces recibir a algunos de los afectados en su residencia oficial de Downing Street este sábado, tras presidir una reunión con representantes de distintos ministerios para evaluar la situación de cientos de personas que quedaron sin hogar tras la tragedia.

En declaraciones a la BBC, May dijo que se trató de un incendio "horrible" y una "experiencia aterradora" para los residentes, al tiempo que prometió hacer todo lo posible para ayudar a los residentes que se quedaron sin hogar.

Por su parte, la primera ministra anunció ayer que se destinarán cinco millones de libras (unos 5,7 millones de euros) para facilitar la ayuda de emergencia a las víctimas del incendio del pasado miércoles.

Los bomberos continúan este sábado trabajando en el interior del edificio, que quedó destruido por las llamas.

Por su parte, mientras este sábado celebra su cumpleaños número 91, la reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, realizaron un minuto de silencio en el Palacio de Buckingham para conmemorar a las víctimas.